Blas Jesús Muñoz. Existen momentos puntuales en que la ciudad, sus tradiciones y sus cofradías se reencuentran con la historia. El Domingo de Pasión, en la iglesia de la Compañía, la Hermandad del Sepulcro reedita su mejor costumbre, de liturgia y culto, en una jornada intensa, emocionante y distinta.
El Besapiés del Señor del Santo Sepulcro parece dotar de una vida mayor al templo jesuita. El Yacente del Salvador pareciera descolgarse de la Cruz en la inmensidad arquitectónica del oratorio silente. Un devenir de fieles y devotos van dando cuenta del ocaso de la Cuaresma, de la llegada de los momentos cruciales de la Fe que se renueva cada Semana Santa, cada Viernes Santo.
Reportaje Fotográfico: Miguel Pastor
Recordatorio El Domingo de Ramos de 2014 según Miguel Pastor