Blas Jesús Muñoz. La Semana de Pasión iniciaba su andadura con el, siempre mal presagio de la lluvia. Y la Hermandad de la Paz miraba al cielo del Martes de Pasión, que no permitió al Humilde Señor de Capuchinos salir a las calles del barrio que lo esperaban.
El Señor iba entronizado, de forma excepcional, sobre el paso que porta habitualmente a la Divina Pastora. Mas la lluvia no frustró nada, pues en el interior del Santo Ángel se rezaba el ejercicio piadoso del Vía Crucis para abrir las puertas de la nave que albergaba al Titular de la corporación franciscana al término de éste.
Sin embargo, la perspectiva del Miércoles Santo ya fluctúa en la atmósfera distinta de Capuchinos que se prepara para una nueva estación de penitencia.
Crónica Gráfica: Antonio Poyato
Recordatorio El Cirineo: Ya ha llegado la Semana Santa...