Blas Jesús Muñoz. La Madrugá, en diversos puntos de nuestra geografía, ha estado marcada por incidentes de diversa consideración. Si en Sevilla se reproducían las "carreritas" de infausto recuerdo del año 2000, en Cádiz se asistía a un espectáculo más propio de una manifestación que de un desfile procesional.
Gritos, insultos y pancartas se sucedieron en el regreso del Nazareno a su templo. El popular Greñúo de Santa María volvía este año por un itinerario distinto al tradicional, motivo por el cual se desencadenaron una serie de protestas que, según apuntan diversas fuentes, tenían la vitola de la premeditación.
La cofradía que tradicionalmente discurre por Sopranis, Botica y llegada al templo cambiaba este año su recorrido para regresar a su casa por el Campo del Sur. Hecho que fue el origen de las protestas, gritos e insultos que propiciaron que la alcaldesa y el resto de los miembros de la corporación abandonaran la procesión para meterse en el Ayuntamiento.
Se pudo leer una pancarta que se expresaba en los siguientes términos: "La Junta del Nazareno traiciona al Greñúo, a su Madre y al barrio de Santa María". Toda vez que se reiteraron los abucheos y gritos que clamaban "Junta dimisión", "Nazareno por Botica" o acusaciones al Hermano Mayor de querer acabar antes para irse a Sevilla.