«La historia del Gran Poder está muy por hacer, tiene enormes lagunas». Manuel Jesús Roldán ha intentado resumir, en un libro de 160 páginas, la historia, arte y devoción del Señor de Sevilla. La casa hermandad del Gran Poder acogió este jueves la presentación de esta nueva publicación del historiador y colaborador de ABC que, de forma divulgativa, ha tratado de desentrañar esas lagunas, mostrando además algunas imágenes inéditas procedentes del archivo de la corporación.
Roldán indica que «resulta curioso cómo, a pesar de ser un icono universal, la imagen del Señor nunca ha estado rodeada de leyendas ni supersticiones». Apenas hay dos mitos en torno a la figura del Nazareno de Juan de Mesa: la conocida historia de cuando entró en el garaje del futbolista Araujo, durante las misiones de 1965, y una que ha rescatado en el libro de cuando el Señor sudó sangre. «Aquello ocurrió en el siglo XVIII, en plena Ilustración, por lo que se ocultó. Se cerró la capilla para investigar el suceso», cuenta el autor del libro.
Un detalle curioso es que, originalmente, tuvo un crucificado como titular. El culto a esta iconografía era propio de la época medieval pero, cuando surge el Barroco, «comienza a tomar importancia la iconografía del Nazareno. Se sustituía al crucificado gótico, con faldellín, por un Dios mucho más cercano. En este contexto es cuando se presenta la imagen del Gran Poder en el convento del Valle, que desde el primer momento se convierte en un icono de la ciudad».
Una posible fusión con la Macarena
La historia del Gran Poder tiene momentos que han sido pasados por alto por el gran público. Uno de ellos es que, a finales del XVIII, en el proceso de redacción de nuevas reglas por el Consejo de Castilla «hubo un intento de que se fusionaran el Gran Poder y la Macarena». Para Roldán, entre ambas corporaciones hay una mímesis que no se da entre otras cofradías.
En la publicación, además, se cuenta que la devoción al Señor del Gran Poder se incrementa al llegar la hermandad a San Lorenzo, en el XVIII. «Se nota porque la imagen sale en numerosas ocasiones», indica Roldán. Y es que, según explica, «la hermandad siempre ha sido muy manipulada y ha salido de forma extraordinaria por motivos políticos, como ocurrió cuando llegó Pepe Botella o tras la finalización de la Guerra Civil». No obstante, «la imagen trasciende y está muy por encima de todo». Tanto es así, que Roldán le ha dedicado el libro a su abuelo Luis, el carbonero de San Martín, que era muy devoto del Señor: «Revolucionario pero en bando nacional, anarquista pero persona de orden, republicano pero casado con Reyes, incrédulo pero con la fe del carbonero». Aquel hombre representaba todo lo que envuelve a la devoción del Señor.
Otro de los aspectos que recoge es el literario. Según Roldán, «todo gran escritor del siglo XX sevillano tiene algo dedicado al Gran Poder». El libro, de la editorial Almuzara, fue presentado ayer en un acto presidido por el hermano mayor de la corporación, Félix Ríos, donde intervinieron, además del autor, el escritor y periodista Francisco Robles y el historiador y escritor Álvaro Pastor Torres.