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domingo, 14 de junio de 2015

La Crónica: Un fin de semana que manda un mensaje a los nuevos políticos


Blas Jesús Muñoz. Vivimos en el esperpento de montar un debate nacional por la alusión a un tal Kevin Roldán, que no se qué cantará (uno es más de Gámez y Calamaro, fíjense), y nos hace pitar a un jugador de nuestro equipo nacional ¿En qué país se vio antes? España es diferente y Andalucía especial. Tanto que, en pleno éxtasis renovador de la política, los mensajes, avisos y advertencias se ciernen sobre las cofradías, como si ellas fueran o fuesen el origen de algún mal, a no ser que sea sobre ellas mismas en su consumo interno.

Con este panorama valleinclanesco, comenzó el segundo fin de semana de junio donde, esas mismas cofradías, no vinieron a demostrar sino lo que son, un oasis de esperanza. Actos solidarios como los de Merced, Sentencia o Palmeras, así lo atestiguan. Los Dolores vio estrenar su nueva marcha en un concierto inolvidable. Mientras, la Banda de la Esperanza se desdoblaba para alcanzar con sus cuidados sones, dos rincones de la ciudad. Besamanos y salida procesional en Santiago y un buen ramillete de Octavas del Corpus puestas en relieve con una escenificación piadosa, sencillamente, perfecta.

Sin duda, un fin de semana que supera ya al que vendrá en apenas dos semanas porque éste ha partido del esfuerzo anual y que, cada vez más, irá a contracorriente (como el Salmón de Calamaro) de las tendencias que comienzan a observarse. Sin embargo, tengan presente que las cofradías están para asistir y evangelizar, en buena medida. Y eso nunca fue cosa sencilla.

Penas de santiago, Santa Faz, Perdón, Císter, Vía Crucis, Cena, Agonía, Buen Suceso, Presentación al Pueblo, Estrella, Dolores, Sentencia, Palmeras, Merced... Un largo etcétera de hechos sobre las palabras, de actitudes vitales frente a soflamas. Córdoba sigue por su sendero extraño y, algunas cofradías, aun son capaces de ofrecer un punto de luz brillante. Tanto como escuchar el himno en dos ocasiones con motivo de la entrada del paso de la Inmaculada y de la Custodia de la Hermandad de la Cena y comenzar a superar antiguos complejos.










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