Antonio Botella. La Hermandad del Buen Fin, de Sevilla, promueve desde hace más de tres décadas su propio centro de estimulación precoz, fundado para tratar a niños de hasta 6 años con cualquier tipo de discapacidad, cuyas familias no disponen de medios económicos para acudir al tratamiento privado.
Como informaba hace unos días Diario de Sevilla, la cofradía acudía cada año a las subvenciones de la Junta de Andalucía para afrontar parte de los 300.000 euros de presupuesto del centro. Pero, tras la aprobación del nuevo plan andaluz de atención temprana, a partir de septiembre, estas ayudas se realizarán mediante la firma de un convenio, que afectará al normal funcionamiento del centro.
Debido al origen de dicha adversidad, los responsables del centro han convocado una reunión con los padres de los niños damnificados con el fin de exponerles cómo afectará este modelo recién implantado. Más de 300 familias que cuentan con los servicios de 12 terapeutas para las necesidades que presentan sus descendientes, y que podrían privarse de esta asistencia gratuita.
Pese a los inconvenientes que se han ocasionado, desde la cofradía hispalense se asegura la continuidad de esta obra social, con que "ya buscaríamos una salida o veremos si tenemos que reducir nuestro tamaño", aunque "seguiremos funcionando sin duda alguna". Únicamente "pedimos que a partir del mes de septiembre siga otorgando la subvención necesaria".
Ante esta compleja situación, a través de la plataforma change.org se ha impulsado una campaña de recogida de firmas para salvar al centro de estimulación precoz, y que ya cuenta con más de 1.000 apoyos. Si desean unirse a esta buena causa, hagan clic en el siguiente enlace.
Recordatorio La Centuria Macarena le dedica una marcha al Centro de Estimulación Precoz Cristo del Buen Fin
