Blas Jesús Muñoz. Hay momentos en que la vida nos aguarda a la vuelta de una esquina, al final de una calle donde, de frente, la Imagen se nos acerca como si fuésemos el único ser, postrado ante Ella. Instantes brillantes de luz, de soledad, de certeza y tiempo; donde lo sagrado abarca el universo infinito y doliente de la creación que persigue su hierofanía.
Durante estas semanas previas, la ciudad aguarda a su devoción y se recuerda en estampas antiguas, cuyo tono cromático la recuerda como fue. Málaga espera a su Novia y sus cofrades la engalanan, más si cabe, su que a la Santísima Virgen, la Reina y Madre que nos regala su abrazo cálido con la promesa de una primavera eterna, nada le falte, todo se antoja escaso.
En apenas unos días, la Virgen del Rocío será coronoda y su ciudad se rendirá ante Ella ¿Y quién no se rinde? Hace muy poco tiempo tenía la suerte de que me citasen en un enlace y tenía la posibilidad de contemplar el vídeo promocional de su Coronación. Ahora me gustaría compartir les esa suerte que es ver a María Santísima ante unas miradas que siempre saben que Ella nos acompaña a lo largo de todo nuestro camino.
