Comenzaba el navideño mes de diciembre de 2013 con unas ilusionantes palabras emitidas por el presidente de la Agrupación de Hermandades, Francisco Gómez Sanmiguel, en las que se desprendía la factibilidad de trasladar la carrera oficial a la Santa Iglesia Catedral dos años más tarde, equivalentes a la Semana Santa de 2015. Un anhelo que, finalmente, no se ha producido debido a los diversos obstáculos interpuestos en el camino trazado por la Agrupación con el fin de alcanzar el objetivo de que todas las cofradías cordobesas realicen estación de penitencia en el Sagrado Templo. Lo más sensato, sin duda alguna.
Por aquel entonces, Gómez Sanmiguel anunciaba que el trabajo no iba a ser sencillo, pues había que establecer nuevos itinerarios, horarios y asuntos de seguridad para desarrollar de una manera ordenada el transcurso de las procesiones; unos motivos por los cuales el proyecto tenía que esperar un par de años al objeto de proporcionar la mayor organización posible. Pues bien, ese enorme trabajo, como así definía el presidente de la Agrupación, tendrá que efectuarse en un tiempo récord, ya que el ente agrupacionista contará con apenas tres meses y medio apróximadamente para coordinar múltiples aspectos condicionantes a la entrada a la Catedral de las 37 corporaciones penitenciales que el pasado martes acordaron unánimemente realizar solemne ofrenda al Santísimo en la Semana Mayor de 2016.
Una resolución histórica suscitada por las numerosas trabas introducidas durante el proceso de apertura de la segunda puerta de la Catedral. Y es que las controversias con la Junta de Andalucía y las últimas declaraciones de la edil Rosa Aguilar -ex-alcaldesa de Córdoba-, han causado la total repulsa del universo cofrade cordobés, que ha reaccionado de la mejor forma reivindicativa posible. El testimonio de Aguilar ha caído como gota que colma el vaso del máximo organismo cofrade, así como de las hermandades agrupadas, amén de nuestro Pastor, Mons. D. Demetrio González, quienes han puesto "pies en pared" ante la injusticia que se está ocasionando desde un periodo atrás.
Quién lo diría... Tanto tiempo esperando para contemplar a todas las cofradías cordobesas en el primer Templo de la Diócesis para que unas "simples" declaraciones -sin olvidar la parte negativa que han producido- provoquen el impulso de las corporaciones nazarenas para tomar tal postura. Una postura que, en cierta manera, es acertada, pues se pretende realizar una verdadera protestación de fe -nunca mejor dicho- en el Templo más idóneo, si bien dicha determinación otorga la razón a aquellas personas que rechazan la apertura de la archiconocida segunda puerta en la sede catedralicia, suponiendo la derrota de los partidarios de ésta.
Fuera de cualquier debate, es digno de reconocer la valentía de todas y cada una de las hermandades ante este paso hacia adelante, que no ha sido sencillo para algunas de ellas, en base a diversas circunstancias, y por las que deberán trabajar de cara al año venidero. Del mismo modo, no será sencilla la reestructuración de la próxima Semana Santa: nuevos itinerarios, horarios, ajustes, concesiones, etc. Suerte a la Agrupación, le va a hacer falta...
Antonio Botella