Blas Jesús Muñoz. Si algo define el procesionar de cada mes de septiembre de Nuestra Señora del Socorro Coronada por las calles de Córdoba es el templete que la cobija y que le otorga uno de sus aspectos más característicos, hasta el punto de que prácticamente cualquier habitante de la ciudad podría reconocerlo.
Ahora bien, el mismo ha dejado de ser por unos días selló de la corporación letífica para pasar a formar parte de la arquitectura espiritual del devoto Besamanos en honor a la Virgen del Rocío de la Hermandad hispalense de la Redención.
Una estampa que, por singular, no deja de ser hermosa, toda vez que atestigua la fraternidad y universalidad que alcanza, como no podía ser de otra manera, también a las hermandades. Y así disfrutar de una estampa genuinamente cordobesa en pleno corazón de Sevilla.