Blas J. Muñoz. La Semana Santa de 2015 se vivió con una
plenitud que, permitida por la meteorología, escribía la presunta
crónica de un ocaso o fin de ciclo. Un periodo extenso que, durante
décadas, vio a las cofradías transitar desde Claudio Marcelo a la Plaza
de las Tendillas, pasando el itinerario oficial -en alguna que otra
ocasión y en torno a ese eje-, por Cruz Conde o Alfonso XIII.
La llegada de los 2000 nos dejaba, poco a poco, un
recorrido oficial estable y un número constante de hermandades que iban
incluyendo el paso por la Santa Iglesia Catedral en sus respectivas
estaciones de penitencia. Todo ello ha servido estos últimos años para
configurar una geografía de la Semana Santa de Córdoba que, tarde o
temprano, había de confluir en la Catedral.
A unas semanas de que los hermanos mayores adopten una
decisión, todo invita a pensar que el paso natural se dará este 2016,
como a finales de 2015 se tomaba la decisión tan celebrada y que tanto
esfuerzo, negociador y generoso, supuso para las hermandades.
Probablemente, aunque todavía no esté "firmado", la Calle
Nueva y las Tendillas sean parte de la historia de las cofradías
cordobesas. Y, tal vez, nos situemos ante el escenario de un nuevo
capítulo de su crónica. Los próximos meses determinarán cuán grande es
el cambio.