Blas J. Muñoz. La cuenta atrás ha comenzado y las hermandades, cuyo número prácticamente alcanza la treintena de participantes, se afanan en los preparativos del montaje de sus respectivas Cruces. Unas cifras que corroboran, una vez más, que más allá de la Semana Santa, la implicación de las cofradías en las celebraciones de la ciudad es absoluta.
Probablemente, sin la misma las fiestas cordobesas se desnaturalizarían o, al menos, perderían una cantidad notable en cuanto a infraestructura se refiere. Por lo que queda demostrado que la simbiosis entre nuestras corporaciones y la ciudad es beneficiosa en una doble dirección.
Aparte de esto, los mencionados preparativos incluyen el anuncio personalizado de cada Cruz. En este caso, les ofremos dos ejemplos, a través de los carteles de varias hermandades cuya consolidación en la fiesta es elocuente. Por un lado, el de la Paz y el Bailio cuya interfaz para 2016 es llamativa y novedosa. Mientras que, por otro, el de las hermandades que integran San Francisco, obra de Rafael Bracero, que también muestra una concepción novedosa en su diseño.
Dos carteles que vienen a dar cuenta de una nueva perspectiva para anunciar una fiesta tradicional en que las cofradías vuelven a erigirse como actor protagonista.
Recordatorio Las cofradías cordobesas inundan Mayo de cruces