Blas J. Muñoz. Cada nuevo mes de septiembre, la Hermandad Sacramental de la Merced renueva su compromiso -su relación de amor ofrendado- con la Virgen que da nombre a una de las cofradías más populares y activas de las que pueblan la capital cordobesa. Uno de los momentos cenitales de ese periplo devocional entregado a Santa María de la Merced lo constituye la exaltación que se realiza en su honor y que, a lo largo de estos últimos años, nos ha brindado momentos sublimes como los que, en 2015, le regalaba a su Madre Manuel Valera.
Para la edición de este año, la corporación de San Antonio de Padua ha querido contar con una joven, a la par que experimentada pregonera. Mercedes Delgado realizaba el pasado año un más que recomendable Pregón de la Juventud que daba cuenta de una personalidad bien definida y que, inevitablemente, hacía posar la atención de sus hermanos en ella de cara a exaltar a Santa María de la Merced.
En las siguiente entrevista, Mercedes no cuenta, no solo la responsabilidad que para ella supone pronunciar este pregón, sino que realiza más que interesantes reflexiones sobre el momento por el que atraviesa tanto su hermandad como la juventud cordobesa, todo ello sin olvidar la Semana Santa en un prima general. Disfruten.
¿Qué supone para Mercedes Delgado la Virgen de la Merced?
Diría que, sino todo, la mayor parte de mi vida. Es la que me alienta en los momentos difíciles, a la que le agradezco mis alegrías, es la Virgen María de mis oraciones, por la que el esfuerzo es menos duro en la Hermandad. Mi musa, la pieza clave de mi fe, la que me trae y me lleva a donde estoy,… Y esto es lo que puedo intentar explicar, hay una gran parte para la que no hay palabras, porque como digo, supone una parte enorme de mi vida.
Y la hermandad, a nivel general...
La Hermandad es mi familia cofrade. La que me educa en ese ámbito de la vida, llena de personas que me hacen sentirme lo suficientemente cómoda para trabajar con ellas codo con codo. Con las que comparto intereses, fe, devoción y que están ahí siempre.
Explíquenos cómo ha sido su trayectoria, hasta la fecha, en la cofradía de San Antonio de Padua.
Mi vinculación con la Hermandad Sacramental de la Merced diría que es previa a mi nacimiento. La Cofradía del barrio de mis abuelos maternos, y que tanto ellos como mi madre y mi tío vieron crecer poco a poco siempre con escasos recursos pero con mucha dignidad. Mi tío se une a la cuadrilla de costaleros de la Merced muy joven, y esto une los lazos de mi familia a esta devoción, hasta tal punto que mi madre iba detrás de la Virgen incluso cuando me faltaban 4 meses para llegar al mundo. En San Antonio me bautizan, y a partir de ahí siempre mi vida ha transcurrido paralela a la Hermandad. No es hasta 2009 que comienzo a ser hermana “de nómina”. Después de mucho insistir mi abuela toma las riendas para que mi hermana y yo “saliéramos de nazarenas”, pero yo sabía que me unía a mucho más que eso. Poco después se forma el Grupo Joven al que no dudo ni un minuto en unirme desde el principio, formando parte activa de este desde entonces hasta 2015 (siendo incluso Diputada de Juventud durante un corto periodo de tiempo). En septiembre de 2014 me uno a la Junta de Gobierno como Secretaria 2ª escribana, labor que sigo desempeñando.
Si tuviera que quedarse con uno de los momentos vividos durante estos años, cuál elegiría.
Aunque pueda parecer extraño, me quedaría con mi segunda Estación de Penitencia la cual se suspendió por lluvia, porque fue la que me animó a involucrarme en la Hermandad, a no dejarme depender emocionalmente del Lunes Santo, a querer vivir día a día por y para mis Titulares,… Fue un día muy triste, es cierto, pero marcó un antes y después en mi vida que pude comprobar un par de años después. Ahora desde la lejanía del tiempo veo que no pudo ocurrir en mejor momento.
¿Cómo es su Lunes Santo?
Es un día de nervios, preparativos, de incertidumbre aunque veas sol bien fuerte y brillante. Es el día en el que te das cuenta para qué ha servido el gran e intenso esfuerzo que llevas haciendo en especial las últimas semanas: nuevas altas, reparto, limpiezas… Muchas horas, trabajo mental y físico que se compensan cuando ves que está saliendo la Cruz de Guía, la ilusión de los hermanos en la Iglesia o las caras y expresiones de aquellos que esperan el paso de la Cofradía. Es un Lunes Santo de penitencia y reflexión, y a la misma vez de alegría.
¿Qué aportan los jóvenes cofrades a la Semana Santa?
Ilusión, ganas, frescura, energía. También son muy importantes para atraer a nuevos hermanos, y muchas veces un impulso cuando a los más mayores les puede el cansancio o simplemente el día a día. La fuerza del joven se contagia a su alrededor, así una Hermandad puede estar activa. Además cuando el mayor quiere enseñar, surge un vínculo muy bonito de verdaderos hermanos.
¿Qué asignaturas pendientes cree que tienen?
Primordialmente la misma que el resto: no caer en el folclore y potenciar la parte religiosa de las cofradías, no podemos pretender tapar la raíz y engañarnos. El cofrade es cristiano, sino no es cofrade.
¿Cómo recibe la noticia de su nombramiento?
No me lo podía imaginar. Son muchos los nombres de grandes mercedarios que me han precedido, muchos lo que podrían hacerlo mejor que yo por supuesto. Lo primero que pensé, sinceramente, fue: ¿yo?¿con lo “chica” que soy? Para mí este pregón son palabras mayores.
¿Qué nivel de responsabilidad y de ilusión tiene Mercedes Delgado?
Muy alto y a partes iguales. Es el pregón “de casa”, de los míos, y quiero darles lo mejor. Me gustaría recordarlo como lo mejor que pude dar de mi en ese momento. No me gustaría mirar atrás y decir que podía haberlo hecho mejor. Quiero disfrutarlo pero sobre todo que lo disfruten mis hermanos y todos los que me escuchen. Tengo mucho amor a la Virgen de la Merced, la mayor responsabilidad es encontrar las mejores palabras para expresarlo. Y tengo mucha ilusión por vivir ese momento sola ante ella, ya que es la que más me inspira, es todo un honor para mí.
Comparando el momento en que fue nombrada pregonera el pasado año y éste ¿qué similitudes y diferencias observa?
Similitudes: a la misma vez que daba las gracias a quienes me nombraron por pensar en mí y darme esta oportunidad, pedía fuerzas a la Virgen de la Merced. La ilusión es la misma o más, porque estoy ante Ella.
Diferencias: La carga de responsabilidad es mayor, en el primero muy pocos me conocían y se sorprendieron al escucharme. Será inevitable que se compare uno con el otro, eso te añade un plus para querer hacer las cosas mejor, y más si te gusta superarte a ti mismo como a mí me pasa.
¿Qué espera de ese día?
Dar lo mejor de mí. Servir a mis hermanos mercedarios. Seré la voz de todos sus corazones por un momento, tendré la oportunidad para expresar ese amor que todos guardamos, que nos vemos en las miradas cuando tenemos delante a nuestros Titulares. Y ese día, saldrá para afuera, en prosa y poesía, en una oración diferente, con mis palabras en las que los que han pensado en mi y muchos otros confían.
¿Qué destacaría de la Hermandad de la Merced a quienes no la conocen en su vida interna?
Es una Hermandad, con todas sus letras. El mercedario se siente orgulloso de serlo, nos sentimos todos parte de un gran proyecto, todos tenemos una misma ilusión y eso se puede ver no solo el Lunes Santo, sino cualquier tarde en la casa de hermandad. Es una Hermandad muy activa: grandes cuadrillas de costaleros, músicos, un potente grupo joven, coros, sabatinas y jueves eucarísticos mensuales… que hacen que casi nunca esté sola y se creen vínculos muy importantes entre los hermanos, de esos que te hacen volver para quedarte. Por eso te atrapa. Es el binomio perfecto. En la Iglesia te atrapa la mirada la belleza de nuestros Titulares con sus maravillosas tallas, más tarde te atrapan el corazón y a ellos van todas tus oraciones, entonces convives con los hermanos y ya te sientes mercedario hasta la médula. Raro es el que se acerca y no se engancha.
De cara al futuro, qué sueños tiene Mercedes Delgado
Seguir trabajando por la Hermandad y la Semana Santa de nuestra ciudad, sacando adelante proyectos y dando lo mejor para seguir y que nunca se estanque. Tenemos un gran potencial que muchas veces no sabemos explotar, y sin embargo nos quedamos anonadados ante los que sí lo hacen. Hay mucho por hacer aquí, no solo dentro de las Cofradías, al fin y al cabo somos una parte más del engranaje de una de las ciudades más bellas del mundo. Vamos a valorarlo (sin llegar a creérnoslo mucho para que no se nos vaya la fuerza con los elogios), pues para afrontar tiempos adversos tenemos que tener muy claro a donde nos dirigimos, si no corremos el riesgo de dejarnos llevar por la corriente, y puede que no nos guste el destino que esta nos dé. Sueño con que los cofrades de Córdoba manejemos nuestro propio timón.
Realmente, no sé a dónde me va a llevar la vida, el trabajo o las circunstancias, pero en mi cartera siempre habrá hueco para una estampa de la Merced, y mi corazón no cabe duda que es todo suyo. A Ella me encomiendo para afrontar lo que Dios quiera que venga, pues sé que me hará más llevaderas las penas y más intensas las alegrías, las cuales siempre tengo que agradecerle.
Fotos Jesús Caparrós
Recordatorio De Cerca con José Luís Jurado: "Centrar la atención en la banda en lugar de hacerlo en Quien va en el paso es una aberración"
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