Raquel Medina. Este sábado, en la capital de España se volvió a oler a romero. Todo el centro de la ciudad se convirtió en marisma por un día. La Hermandad del Rocío de Madrid, erigida canónicamente en la parroquia de San Cayetano, realizaba su Misa y Salida de Romeros.
Durante la procesión, la carreta de plata tuvo varias paradas, siendo la de la Colegiata de San Isidro, ante los simpecados de las hermandades de La Macarena y de San Isidro, una de las más emotivas. La Hermandad madrileña contó con la presencia de su ahijada, la Hermandad del Rocío de Bruselas.
Recordatorio Enfoque: La Córdoba de los mil nombres