Blas J. Muñoz. A apenas mes y medio de un nuevo proceso electoral, a nivel nacional, un desagradable y cada vez más usual hecho vuelve a ser noticia. Se trata de la aparición de unas pintadas en el retablo cerámico consagrado a la Virgen del Rocío de la localidad de Jerez de la Frontera, tal y como se hacía eco en la mañana de este lunes día dos La Levantá Digital a través de su cuenta de Twitter.
Así las cosas, el ataque contra el azulejo de la Blanca Paloma no contiene ningún eslogan, si bien no es menos cierto que las dos pintadas son bastante esclarecedoras. Por una parte, en la leyenda de la parte inferior del retablo cerámico puede observarse con nitidez el símbolo anarquista que, en buena medida, podría ser un indicio de la ideología política de los autores (tampoco sería descartable que se usase para intentar confundir).
Por otra parte, bajo el poyete destinado a ofrendar flores y exvotos a la Santísima Virgen, la marca de la pared con una cruz invertida viene a mostrar una simbología anticlerical más que evidente y que se halla, desgraciadamente, muy viva en algunos sectores ideológicos. A falta de conocer al autor o autores del ataque (todo apunta a que será difícil su identificación), cabe recordar que este tipo de actos se han reproducido con anterioridad en ciudades como Sevilla, Córdoba o Granada durante el último año, dando muestra de que se trata de conductas extendidas.
Recordatorio Enojo e indignación entre los cofrades de la Virgen de la Cabeza de Andújar por lo ocurrido en Sevilla