Blas J. Muñoz. No cabe duda de que existen hermandades que cuidan, acunan su historia con especial escrúpulo para hacer de la misma un emblema. Si pensamos en una de las abanderadas del tiempo letífico, nombrar a la Hermandad de Villaviciosa nos lleva a pensar en numerosos detalles que hablan de un esmero por hacer las cosas en torno a un sentido que trasciende al tiempo.
Así las cosas, cabe recordar, a modo de ejemplo que, durante la salida procesional de la Gloriosa cofradía de San Lorenzo, que se celebra en el mes de septiembre, su cortejo acude a Jesús Nazareno a mostrar pletesía ante la tumba del Padre Cristóbal. Para la historia queda que éste fue un destacado devoto de Nuestra Señora de Villaviciosa, cuyo auge devocional en Córdoba en este momento histórico estaba en primera línea y que, en la actualidad, los responsables de la corporación letífica ha sabido tomar el testigo de su historia para renovar su esplendor.
En otro orden de asuntos, pero no menos importantes, estos aspectos diferenciadores también se observan en su anual Concurso de Redacción Infantil que en 2016 alcanzaba su séptima edición. Destinado a los niños que realizan su Primera Comunión, el mismo viene a ahondar temáticamente en diversas cuestiones catequéticas que, cada año, abordan un ámbito que potencia la formación desde la base.
Cultos
Llegados a este punto, el del culto -como no podía ser de otra manera- es un terreno prioritario para la Primitiva Hermandad. Muestra de ello la corroboraremos este próximo siete de mayo con la Sabatina en honor a Nuestra Señora de Villaviciosa que tendrá lugar en la Parroquial de San Lorenzo, a partir de las 20:00 horas. La misma vendrá a sumar en esa diferencia que hace de Villaviciosa una hermandad especial.