Juan Pérez. Antonio Santiago ha roto su silencio después de su destitución como capataz general del Porvenir y en una entrevista realizada por José Gómez Palas para El Correo de Andalucía ha reflexionado sobre los motivos que han llevado a este desenlace inesperado a cuatro meses de la Coronación de La Paz. Y y entiende que "no hay motivos técnicos, y el único que esgrimió (el Hermano Mayor) es la falta de afinidad con la junta de gobierno".
A Santiago parece que no le quedan claros los motivos de su cese ("sigo haciéndome preguntas", afirma) y es curioso porque es el gran afectado de esta situación. Más llamativa, si cabe es otra de las afirmaciones del capataz al asegurar que "el hermano mayor, en el rato que estuvimos hablando cuando me comunicó mi cese, me dijo que yo era el mejor".
Santiago no cree que se deba a la decisión que tomó en su día por la famosa petalada que impidó ("con el tema de la petalada del paso de palio, este hermano mayor fue el primero que me dijo que no quería pétalos en el techo de palio"). Y pone de manifiesto una curiosa actitud, puede que un tanto incoherente, de la junta de gobierno, al señalar que "cuando este año la banda empieza a tocar en plena maniobra de salida, yo lo único que dije es «esto no es lo que hemos hablado». Para mí darle un porrazo a un paso es como clavarme un puñal en el corazón, lo paso mal y más en esta mi hermandad, y más cuando habíamos tenido reuniones para evitar esto. No me enfrenté a nadie, simplemente dije que esto no era lo que habíamos hablado. De hecho, le he referido esto al hermano mayor y me contestó que yo llevaba razón".
El capataz no hace alusión al cambio de fecha de la Virgen del Prado como posible detonante de la destitución, pero sí recuerda que "muchos de los oficiales de junta actuales habían sido costaleros míos y nos conocemos desde hace más de 30 años. Esa confianza y mi implicación en la hermandad quizás me hayan inclinado a opinar o decir cosas que pensaba yo que eran lo mejor para la hermandad".
Unas interesantes preflexiones que dejan muchas líneas de pensamiento abiertas para los buuenos entendedores de este mundo de los capataces y costaleros de Sevilla.
