Juan Pérez. Han pasado unas semanas desde que la Hermandad de Pasión celebrara sus elecciones a hermano mayor y la de El Valle celebrara un espinoso Cabildo. En la primera, uno de los candidatos proponía acabar con la música en el palio y volver a las raíces de la cofradía. En la segunda, si el Hermano Mayor tenía que denunciar, corporativamente con su Junta de gobierno, al Ex-Mayordomo anunciaba su dimisión. Las dos fueron "salvadas" por sus hermanos o al menos muchos de ellos pensaban de esa manera.
Pasión
Las elecciones que se desarrollaban en la Hermandad de Pasión, con una notable asistencia de público que provocaba numerosas colas y que se saldaban con la victoria de José Luís Cabello con un resultado de 629 votos a su favor frente a los 311 votos obtenidos por José María Machuca, su adversario, con 6 en blanco y 1 nulo. Cabello había doblado en votos a Machuca. Este último proponía "una Hermandad aséptica, al margen de los medios de comunicación". Así lo manifestaba, antes de ser intervenido quirúrgicamente, José María Machuca en una entrevista concedida a Fran Delgado para De Nazaret a Sevilla. En la que dejó "perlas" del estilo de "queremos ser lo mismo que hace 500 años, no pretendemos inventar nada".
Valle
Los hermanos del Valle decidían demandar por la vía penal a su Ex-Mayordomo por la presunta sustracción a las arcas de la cofradía de la Anunciación de 134.000 euros. Todo ello en un Cabildo muy reñido en el que se acordaba presentar la denuncia por un margen de 97 votos a favor, 73 en contra y 5 abstenciones.
Con este resultado, el Hermano Mayor del Valle, Lucas Maireles, encontraba la fórmula para no verse obligado a dimitir en su cargo, ya que aseguró que si firmaba la demanda penal cesaría en su puesto. Así que al ser los hermanos quienes adoptaban la decisión dejaban la puerta abierta a que Maireles pueda continuar con su mandato.