Esther Mª Ojeda. Tal y como podemos comprobar gracias a las novedades de las que podemos disfrutar día a día, las hermandades de la ciudad no dan muestra alguna de que exista un descenso de su actividad ni mucho menos aparentan haberse tomado algo parecido a un descanso vacacional. Lo cierto es que esta es una realidad que no contempla excepciones ni tan siquiera en el caso de las corporaciones más jóvenes.
Encontramos para ello un claro ejemplo en la Hermandad de la Sagrada Presentación al Pueblo, cuya Junta de Gobierno y Hermano Mayor, Rafael Herrador Pérez, agradecían públicamente tanto a su cuadrilla de costaleros como a su capataz, José Rodríguez Alarcón, el esfuerzo y trabajo conjunto que ha hecho posibles las salidas procesionales de Nuestro Padre Jesús de los Afligidos – la cual tuvo lugar en el pasado mes de marzo – y más recientemente la de Jesús Sacramentado por las calles del barrio de Cañero.
Precisamente también con motivo de la celebración del Corpus Christi y sin olvidar la máxima de ayuda al prójimo que toda hermandad ha de tener presente en su rutina, la cofradía puso en marcha una campaña de recogida de ropa usada colaborando así con la labor de la Cáritas Parroquial de San Vicente Ferrer, un compromiso que ha visto recompensados sus esfuerzos gracias a una buena acogida de esta iniciativa que ha logrado reunir la cantidad de 635 kilos de ropa.
Ambas informaciones dan buena cuenta y ejemplo de cómo debe funcionar una corporación, mediante la unión, la colaboración y el planteamiento de iniciativas y proyectos que favorecen el progreso de una hermandad en todos los ámbitos.