Blas J. Muñoz. Hay palabras que buscan llegar más allá de lo meramente cofrade. Imágenes que, con su sonido correspondiente, hacen de la televisión un medio que a veces se redime. Como hay artículos en la red que nos sacan del letargo eterno, ése tan macilento que se desparrame por los acordes de nuestra propia canción, que no es más que una melodía cansina de nuestros gusto o de lo que queremos escuchar.
La historia de Diego es la misma que escuché hace ahora un año, de otro niño, pero que me persigue porque sé que tiene que quedar escrita. La historia de Diego es la de un niño que está luchando contra la muerte y que, ya con cabello nuevamente, esta luchando por su vida, por la de su madre, por la de quienes lo hemos visto y hemos querido ser, al menos por unos minutos, parte del aire, que es lo mismo que su vida porque es la nuestra.
La lucha contra la Leucemia es un mal moderno porque el tiempo nos ha ofrendado la posibilidad de enfrentarnos a la enfermedad y, al menos, intentar vencerla. Una batalla que Josep Carreras lleva librando el mismo tiempo que en que conoció su enfermedad y supo luchar contra los avatares de su propio destino para conjugarlo en el de tantas personas o personitas que se abrazan a la vida porque es lo unico que realmente tenemos.
Hace un año me hice un propósito que ahora cumplo, por tantos niños que lo merecen mucho más que yo. Lea donde lea estas palabras, si es que las lee, pregúntese qué puede hacer y no dude en hacerlo porque en ellos esta nuestra propia pervivencia. Si es por egoísmo hágalo porque al menos lo habrá hecho y no por usted sino por ese niño que, en un hospital, aguarda con su ilusión el sentimiento más natural que existe, las ganas de vivir.