Suspira el querubín con una rama de olivo y la agita como una batuta para dirigir la orquesta, la banda o la agrupación. No sabe cuál porque los cambios son muchos y aunque lo nieguen de primeras, de segundas lo hacen oficial y convierten al Nostradamus cofrade en un visionario.
Suspiros alados entre una manta de marchas que suena a Semana Santa sobria que la lluvia y su cláusula son la excusa perfecta para cambiar la manta por una colcha y lo sobrio por alegría flamenca y/o aljarafeña.
Suspira el Ángel porque sabe que llega junio y dan las notas y aunque vayas confiado en aprobar el profesor tiene memoria para recordar que tus compañeros hacían pellas y se iban a manifestaciones contranatura y saben que necesitan mejorar porque no progresan adecuadamente.
Joaquín de Sierra i Fabra