Blas J. Muñoz. Restan nueve meses para que el 9 de abril de 2017 anuncie un nuevo Domingo de Ramos y, con esa realidad aún lejana, no deja de ser llamativo que dos formaciones (una agrupación y una de cornetas) ya no se cuenten en la nómina de las que continúen en la capital cordobesa el próximo año.
Una leonesa y la otra castellana. Ambas fueron la sensación de su momento concreto cuando llegaron a Córdoba. En el caso de Santa Marta y Sagrada Cena de León, su historia con las Penas de Santiago se escribió con letras de oro durante ocho fructíferos años. Y, su segunda etapa en la corporación, se anunciaba con el boato de los grandes acontecimientos.
La agrupación se escuchaba en todo su esplendor camino de la Catedral el Domingo de ramos de 2015. Nada hacía pensar que se cumpliera la máxima de "segundas partes nunca fueron buenas". Pero a alguien no debió convencer en la junta de Santiago porque ahora ya hay un anuncio de que el Domingo de Ramos lo tienen libre. Y ello sin haber podido tocar en 2016 por la situación meteorológica. Queda por conocer una explicación final, si la hubiere, sobre la apuesta personal que pudo ser, si lo fue.
En el caso de Elevación de Campo de Cripta el relato ha sido más breve, aunque la contradicción sigue pendiente. Su aparición en la Hermandad del Huerto vino de la mano del Vía Crucis Magno y, tan buen sabor de boca dejó que, poco más tarde, la actual junta de San Francisco decidió cambiar de género musical. Elevación por Redención y Redención por Elevación. Y ello en el intervalo que ocupan apenas dos años.