Blas J. Muñoz. Es insoslayable que la actualización o recuperación de grandes compositores de marchas procesionales clásicas, dedicadas a Córdoba, se debe en gran medida a la labor realizada por músicos contemporáneos, espevialmente relacionados con la Banda de Música María Santísima de la Esperanza. A apellidos como el de Walls, Lozano o León, de hecho, la música procesional cordobesa tiene con ellos una deuda de gratitud.
Cuando, por ejemplo, la antedicha formación interpreta la "Saeta Cordobesa" de Gámez Laserna comienza a restañarse la herida que produjo el olvido de uno de los compositores del siglo XX imprescindibles para entender la evolución del género. Un músico atrayente que legó piezas sublimes tanto en la capital califal como en la de la Giralda, donde la citada marcha tuvo una segunda parte que recuerda, justifica e iguala a la primera.
En lo dos vídeos que pueden disfrutar a continuación, "Saeta Cordobesa" es interpretada para el Dulce Nombre de Sevilla, mientras que también pueden deleitarse con uno de los grandes autores de la nueva generación, Alfonso Lozano. "La Sangre y la Gloria" es interpretada por la Banda Municipal de El Arahal para la Virgen de las Lágrimas de Sevilla en el presente 2016.