Blas J. Muñoz. Como les informábamos en Gente de Paz, las reuniones por días para abordar el posible traslado de la carrera oficial al entorno de la Catedral daban comienzo este pasado lunes día cuatro, con la convocatoria de los responsables de las cofradías que integran el Domingo de Ramos. Y tras escuchar las percepciones de algunos de los asistentes a la misma, las negociaciones se prevén extensas y no faltas de complicación.
Varios aspectos están sobre la mesa y mostrarían diferencias de consideración con respecto a lo propuesto en la asamblea celebrada el último día de mayo. En principio y en esta cuestión se habría producido un avance ostensible, salvo aquellas que por condicionamientos técnicos les sea imposible, se facilitaría el acceso de todas las cofradías al interior de las naves catedralicias. Es más, a las del Domingo de Ramos se les habría explicado que su acceso sería viable puesto que el altar ya no se dispondría en el Arco de las Bendiciones, sino que ahora se situaría en el Trascoro de la Catedral.
Sin embargo, y a expensas de saber si esta solución se haría extensible a todas las jornadas de la Semana Santa, otra cuestión centraría las reticencias de los responsables de algunas corporaciones. Se trata de una mera cuestión de itinerario oficial. Concretamente, la entrada por la Puerta del Perdón y la salida por Santa Catalina, enfilando con obligatoriedad Cardenal González no terminaría de convencer y, en algún caso, disgusta a más de un hermano mayor.
Una última cuestión radicaría en el "tono" usado en la reunión que, según indica uno de los asistentes a la misma que ha preferido no hacer público su nombre, no habría sido el más cordial de cara al complejo y capital asunto que se está abordando y que determinará -en uno u otro sentido- el futuro de la Semana Santa cordobesa.