Rafael Giraldo. Intenso día el vivido hoy en la Huerta de la Reina. Emociones en los corazones de un barrio, de una Hermandad, humilde, pero que atesora en su más profunda esencia la mayor de las riquezas, a la Madre de Divino Redentor.
Hoy los hermanos, devotos y cofrades, hemos podido disfrutar, al entrar en la Parroquia de San Fernando, de un altar extremadamente elegante, de un ajuar exquisito, de La Virgen impecablemente vestida, pero sobre todo, hemos podido comprobar que con la luz que emana del infinito de su mirada, no caben joyas, no caben sayas... Porque Ella es el centro del universo, el Alfa y el Omega, inmensa, maravillosa, única y Sublime... Es simplemente... La Estrella.