Carlos Gómez. Alguien dijo en cierta ocasión que un pregón es una sentida oración interior que verbaliza las emociones que nacen de lo más profundo de la esencia del pregonero, una materialización del latido íntimo del que emanan sus convicciones y al mismo tiempo la herencia contenida en su capacidad creativa.
Sea como fuere, plasmar un sentimiento en un texto es siempre un arduo desafío solamente al alcance de quienes tienen la valentía y la responsabilidad de asumirlo. Algo parecido debe estar pensando en estos momentos Pablo Isidro Torres Barroso, hermano de la Agonía que ha sido elegido por la corporación del Naranjo para ser su próximo pregonero, poniendo su voz a un evento que organiza la hermandad desde hace más de dos décadas.
Nacido en Córdoba en 1962, es costalero del Señor desde el año pasado y acude puntualmente a sus ensayos a pesar de vivir en la ciudad de Burgos, mostrando su compromiso con la Corporación, un compromiso que vuelve a evidenciar con la aceptación del reto.
Foto Antonio Poyato