Carlos Gómez. El patrimonio heredado de las diversas hermandades que configuran el universo cofrade conserva auténticas joyas que desde el punto de vista patrimonial o sentimental forman parte del capital común que se transmite de padres a hijos y de generación en generación. Su conservación o en su caso la reutilización de parte de las piezas que configuran esta herencia forma parte esencial de la labor que han desarrollar los diferentes equipos de gobierno.
Así lo entienden en la sevillana hermandad de la Candelaria cuyo taller de costura y bordados, que mantienen el grupo de Mujeres Candelarias, que en los últimos meses ha desmontado las piezas bordadas del antiguo manto de salida de María Santísima de la Candelaria. Una pieza que había sido ejecutada en los talleres de Eduardo Rodríguez en 1926, que se reprodujo fielmente en 1992 en el taller del Convento de Santa Isabel. Su progresivo grado de deterioro ha hecho aconsejable el desmontaje de las piezas bordadas, clasificándolas y conservándolas adecuadamente.
Con una parte de ellas, la Junta de Gobierno ha acordado confeccionar un manto "de vistas", trabajo que efectuará Antonio Jesús del Castillo Fernández, que es el autor del diseño y de la restauración de las piezas, contando con la colaboración del taller de bordado de las Mujeres Candelarias para su limpieza y fijación al soporte. El resto de las piezas se están evaluando según su estado de conservación y se procederá a conservar y restaurar el máximo posible de ellas para su reutilización en un futuro.