Carlos Gómez. Ha vuelto a ocurrir. Los partidos de la extrema izquierda sevillana han vuelto a utilizar a las cofradías para arengar a sus masas y para hacer ver a sus correligionarios lo durísimos que son contra todo lo que huela a incienso. Lo cuenta Alberto García Reyes en Pasión en Sevilla. El ayuntamiento hispalense ha subido la carga impositiva que soportan los usuarios de las 30000 sillas que configuran la Carrera Oficial y que con su dinero ayudan a financiar esa Semana Santa que genera miles de euros cada año para beneficio de la sociedad sevillana.
Una subida de un 9% en la tasa impositiva correspondiente, es decir 18 céntimos por silla, o lo que es lo mismo un millón de las antiguas pesetas, en virtud de una enmienda presentada por Izquierda Unida y apoyada en origen por Participa Sevilla, la marca blanca de Podemos, a la que se ha sumado in extremis el Partido Socialista del alcalde Espadas. Una medida populista que busca contentar a sus bases al tiempo que pone de manifiesto que la persecución de los radicales de izquierda está lejos de bajar de intensidad.
No es la primera vez que la extrema izquierda sevillana utiliza en los últimos tiempos a las cofradías y la iglesia para sacar pecho simbólicamente. En el recuerdo de los suyos, -semejantes memeces suelen olvidarse por las personas normales- aún resuena la polémica suscitada por el portavoz de IU en el ayuntamiento de la ciudad de San Fernando cuando llamó muñecos a las imágenes de Semana Santa. Polémica iniciada con un montaje en respuesta a las colgaduras que muchos católicos cuelgan en sus balcones al llegar la Navidad con una imagen del Niño Jesús en el que incluyó el literal “Dios no existe. Esto es un muñeco”. Como lo está la denuncia perpetrada por su portavoz adjunta de su partido, Eva Oliva, contra las Campanas de San Gonzalo y la permanente obsesión con que los restos de Queipo de Llano sean exhumados de la Basílica de la Macarena. Polémicas todas estériles que no buscan sino el intento de ofender y el aplauso facilón de sus potenciales votantes.
Ahora han conseguido sacar 6000 € a costa de esa parte de la sociedad a la que desprecian sistemáticamente y atacan cada vez que tienen oportunidad. Sorprende, eso sí, la adhesión del partido del presunto alcalde de todos los sevillanos, curiosamente coincidente en el tiempo con la abstención que convertirá a Mariano Rajoy en Presidente del Gobierno en las próximas horas. Esperemos que no tengan que ser los católicos y cofrades de las distintas localidades gobernadas por gobiernos influidos, de un modo u otro, por la izquierda radical, los que paguen el pato de la abstención. Entretanto, en Córdoba y Cádiz ya hay quienes se frotan las manos.
Foto ABCdeSevilla
Una subida de un 9% en la tasa impositiva correspondiente, es decir 18 céntimos por silla, o lo que es lo mismo un millón de las antiguas pesetas, en virtud de una enmienda presentada por Izquierda Unida y apoyada en origen por Participa Sevilla, la marca blanca de Podemos, a la que se ha sumado in extremis el Partido Socialista del alcalde Espadas. Una medida populista que busca contentar a sus bases al tiempo que pone de manifiesto que la persecución de los radicales de izquierda está lejos de bajar de intensidad.
No es la primera vez que la extrema izquierda sevillana utiliza en los últimos tiempos a las cofradías y la iglesia para sacar pecho simbólicamente. En el recuerdo de los suyos, -semejantes memeces suelen olvidarse por las personas normales- aún resuena la polémica suscitada por el portavoz de IU en el ayuntamiento de la ciudad de San Fernando cuando llamó muñecos a las imágenes de Semana Santa. Polémica iniciada con un montaje en respuesta a las colgaduras que muchos católicos cuelgan en sus balcones al llegar la Navidad con una imagen del Niño Jesús en el que incluyó el literal “Dios no existe. Esto es un muñeco”. Como lo está la denuncia perpetrada por su portavoz adjunta de su partido, Eva Oliva, contra las Campanas de San Gonzalo y la permanente obsesión con que los restos de Queipo de Llano sean exhumados de la Basílica de la Macarena. Polémicas todas estériles que no buscan sino el intento de ofender y el aplauso facilón de sus potenciales votantes.
Ahora han conseguido sacar 6000 € a costa de esa parte de la sociedad a la que desprecian sistemáticamente y atacan cada vez que tienen oportunidad. Sorprende, eso sí, la adhesión del partido del presunto alcalde de todos los sevillanos, curiosamente coincidente en el tiempo con la abstención que convertirá a Mariano Rajoy en Presidente del Gobierno en las próximas horas. Esperemos que no tengan que ser los católicos y cofrades de las distintas localidades gobernadas por gobiernos influidos, de un modo u otro, por la izquierda radical, los que paguen el pato de la abstención. Entretanto, en Córdoba y Cádiz ya hay quienes se frotan las manos.
Foto ABCdeSevilla
