Miguel Arroyo. Todo el que cruce la reja que precede a la iglesia conventual de San José, podrá sentir la esencia conventual con la que se ha preparado el templo para esta navidad. El equipo de priostía de la archicofradía del Carmen Coronada ha montado un belén muy especial, protagonizado por imágenes que durante el año permanecen en la clausura, custodiadas por la comunidad de frailes carmelitas descalzos. Se trata de una Virgen del Carmen de autor anónimo, del s.XVII, de un Niño del s.XVIII relacionado con el escultor cordobés Alonso Gómez de Sandoval y de una imagen revestida de San José relacionada con el taller de los Mora, del s.XVII.
Ahondando en los detalles, podemos comprobar que la imagen de la Virgen aparece bordando en un bastidor, un guiño a las hermanas y camareras de la Santísima Virgen del Carmen que durante el año trabajan de forma incansable en el taller de bordado de la hermandad, donde han nacido muchas piezas del patrimonio de la archicofradía.
Por otra parte, San José porta en un cesto los escapularios de la hermandad y del Carmelo Seglar, así como la medalla de la hermandad de Jesús Caído, las tres corporaciones que conviven en la misma sede. A los pies del misterio, un brasero de picón tan propio del barrio de Santa Marina junto a otros elementos que simbolizan las ofrendas al Niño por los pastores, que podrían ser todas esas personas que conforman la feligresía de San Cayetano y que durante el año llevan sus mejores sentimientos a los pies de Ntra. Sra. Del Carmen Coronada y su Divino Hijo. En el retablo del altar mayor se ha expuesto a "El Niño Carmelita", una obra de escultor anónimo, del s.XVII.
Recordamos que tanto en la misa del Gallo en la iglesia conventual de San José, a las 00:00h, así como en las misas del día 25; se dará a besar el Niño de la Virgen del Carmen Coronada.