Reproducimos la entrevista que Dña. Aurora Flores para ABC Sevilla ha tenido a bien realizarle a Dña. Mercedes Alba, hermana número 1 de la Hermandad de la Esperanza Macarena.
Recuerdos de otros tiempos que jamás hubiesen llegado a nosotros, sin testigos del pasado como Dña. Mercedes Alba, sevillana y macarena. Una vida entera bajo la mirada de la perfección.
Raquel Medina
(P) Su primer recuerdo macareno...
-La primera
vez que vi a los armaos con sus penachos blancos, que me llamaron la
atención poderosamente. Yo tenía 6 o 7 años y vivía en la Alameda, en la
casa que fue de los Gallo. Mi padre -César Alba Alarcón- era hermano
mayor de la Macarena y oí que hablaban de ir a pedir la venia al Gran
Poder y que él se puso el antifaz verde y se lo llevaban. Después, de
algún bar cercano trajeron una cañera grande y todo el mundo tomó su
copita en el patio.
(P) En sus 91 años macarenos ¿qué es lo que más le ha impresionado?
-Varias
cosas y especialmente cuando en agosto de 1936 llamaron a mi padre y
nos llevaron a la Anunciación. Allí había un cajón enorme en el que
estaba la Virgen, preciosa, vestida de luto, y a cada lado un macizo
enorme de nardos. Es la impresión más fuerte. También recuerdo de niña
acompañar a mi madre a vestir a la Virgen con las Hermanitas de la Cruz.
Me encantaba la entrada del palio desde Sierpes a la Plaza de San
Francisco, era apoteósico. En un momento se llenaba el espacio de luz,
desaparecía todo, lo eclipsaba, y solo se veía a la Virgen.
(P) ¿Con qué visión de la Esperanza se queda?
-Con
la imagen de la perfección. Y ¡cómo la arreglan!, es un prodigio, todo
tiene un sello maravilloso. No voy a la Basílica todo lo que quisiera
porque estoy en silla de ruedas, pero acudo a misas, a rosarios, y la
Virgen siempre está preciosa. Siempre que la veo pienso que es la
perfección en la tierra.
(P) ¿Qué significa ser macarena desde la cuna?
-Me
llena de satisfacción, porque en la Virgen se encuentra todo. Vas
cargada de problemas o problemillas y se sale de allí con alivio. Parece
que comprende y es verdad que lo hace. Es que no sé que tiene que
conmueve. En Sevilla hay vírgenes muy bonitas, preciosas algunas, pero
como la Macarena no, no te cansas de mirarla.
Fuente Fotográfica
Recordatorio Que viene y va: el enigma del perfil de la Macarena