La Virgen de la Esperanza Macarena ha amanecido este domingo en su paso de palio, en el presbiterio de la basílica, para celebrar la próxima semana los actos centrales del cincuentenario de su coronación canónica.
La Macarena luce el manto de tisú, que bordara Juan Manuel Rodríguez Ojeda, en 1929, así como la saya que diseñó Juan Manuel que se quemó en la Guerra y que fue recuperada en el año 2000 gracias a la donación de Joaquín Sáinz de la Maza. Esta misma saya es la que luce en el azulejo que preside el Arco.
Por su parte, como dato curioso, las «mariquillas» que le regaló Joselito el Gallo no están dispuestas como ocurre habitualmente (tres en un lado y dos en otro), sino que están colocadas cuatro a uno, tal y como iba antiguamente y en la coronación canónica en 1964.
También luce la Virgen la Medalla de la Ciudad en el tocado. Asimismo, en lugar de un pañuelo, en su mano derecha lleva un ramo de azucenas de plata, dado que lo que se celebra no es de carácter penitencial.
Todo un símbolo de la llegada de esta semana histórica que vivirá la corporación en torno a la Virgen que, como ya avanzó Pasión en Sevilla, lucirá hasta cuatro mantos en las distintas celebraciones que tendrán lugar a partir del día 24 de mayo, cuando la Esperanza parta en su paso de palio a la Santa Iglesia Catedral.