Sevilla ha puesto este sábado el broche de oro a los actos de conmemoración del cincuenta aniversario de la coronación canónica de la Virgen Esperanza Macarena, que este sábado culminan con una misa pontifical presidida por el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo. Tras la misa, el palio de la Virgen se dirigió hacia la sede de la hermandad de los Estudiantes, en la histórica Fábrica de Tabacos, donde visitó la capilla de sus imágenes, ya que ambas cofradías compartieron sede entre 1936 y 1942 en la iglesia de la Anunciación, tras la quema durante la Guerra Civil del templo de San Gil, sede entonces de la Macarena. Pasadas las 18:45, la Esperanza Macarena ha iniciado su camino de regreso hacia su barrio, en una nueva procesión multitudinaria.
Los actos de conmemoración del cincuenta aniversario de la coronación de la Macarena arrancaron el pasado sábado, cuando fue trasladada en una procesión de once horas desde su basílica en el barrio de la Macarena hasta la capilla del Sagrario de la catedral, donde miles de fieles esperaron varias horas en cola para rendirle homenaje en un besamanos.
La Plaza de España, en la que se ha instalado un altar de 1.200 metros cuadrados, inspirado en la columnata de Bernini de la Plaza de San Pedro de Roma y presidido por el palio de la Virgen, ha sido el escenario de la misa, que no se pudo celebrar el 31 de mayo de 1964 a causa de la lluvia. Cincuenta años más tarde, ha lucido el sol y las temperaturas han rondado los treinta grados, por lo que los miles de asistentes a la misa -la organización ha dispuesto 9.000 asientos con invitación- se han pertrechado con gorras, sombreros, gafas, paraguas para protegerse del sol y botellas de agua. El altar, de color burdeos, se ha levantado frente a la fachada de Capitanía en la plaza diseñada por Aníbal González para la Exposición Iberoamericana de 1929 y se han habilitado dos grandes rampas a los lados que simbolizarán el abrazo de la Macarena con sus fieles
La misa, oficiada por el arzobispo Juan José Asenjo y 250 sacerdotes, ha contado con un magnífico acompañamiento musical, como una coral integrada por unas 400 personas y la actuación de la cantante Estrella Morente, que ha interpretado la popular copla Esperanza y Macarena, de los maestros Quintero, León y Quiroga y que popularizó la folclórica Juanita Reina.
El arzobispo, que ha recordado que este sábado 31 de mayo se clausura el Jubileo concedido por el papa Benedicto XVI para celebrar el cincuenta aniversario de la coronación pontificia de la Macarena, ha valorado el "conmovedor río de fervor" hacia esta imagen. Ha reivindicado la figura de María y ha pedido a todos los fieles que "nunca la aparten de sus corazones y de sus vidas" y ha invitado a "dinamizar la vida cristiana, abandonar la somnolencia y la tibieza en tiempos duros y difíciles para la fe y la Iglesia". Igualmente, ha defendido el valor de la familia y del matrimonio y ha alertado ante el "secularismo, la contaminación moral y el alejamiento de la juventud de la fe por mitos efímeros y falsos maestros" y, por ello, ha apelado a "ponerse manos a la obra; lo pide la Macarena; no lo demoremos, cuanto más tardemos la situación será más difícil". También se ha referido a la renovación de la Iglesia, que necesita "sacerdotes buenos, santos, de gran hondura espiritual, bien preparados intelectualmente y entregados al servicio de Cristo", y también requiere de la "apuesta decidida y sin complejos de los laicos" para hacer posible la evangelización.
Recordatorio La Macarena en Gente de Paz