Historia, arte y devoción se
funden en la Custodia del Santísimo Corpus Christi, una maravillosa obra que
regalara la reina Isabel la Católica a la ciudad y que cada año sale a las
calles en el Jueves de Corpus y en el día de la Octava. Desde el año 1992 la
Custodia se sitúa sobre el paso que realizara el artista granadino Miguel
Moreno Romera.
La Custodia es la obra de arte
más destacada de entre las dedicadas al culto del Santísimo Sacramento, siendo
el elemento principal de la procesión del Corpus. La Custodia de la Catedral
granadina, -que sale a la calle tanto el jueves de Corpus como el domingo
último de feria en la procesión de la Octava-, es un precioso y singular regalo
que la Reina Isabel la Católica le hizo a la ciudad de Granada. Tal vez su
estilo no sea el monumental de las obras similares realizadas por la familia de
los Arfe para otras importantes ciudades españolas, pero su elegancia y belleza
son altamente destacadas.
Se divide en tres cuerpos, siendo
cada uno de épocas distintas. El primero, y más antiguo, está dominado por su
sentido arquitectónico decorado con cardinas, cresterías, pináculos y una
preciosa filigrana de gusto gótico. El segundo data ya del siglo XVII y es un
cuidado trabajo del platero Juan Serrano en el que aparecen representados
flores, niños, plumajes y hasta águilas. Por último el tercer cuerpo es del
siglo XVIII, con predominio de óvales con motivos eucarísticos, niños,
cortinajes y guirnaldas.
La Custodia se sitúa sobre un
paso realizado por el orfebre granadino Miguel Moreno Romera, quien lo calificó
como la obra cumbre de su trayectoria artística. La intención de realizar un
basamento para la Custodia venía gestándose ya desde la década de los años
cincuenta, aunque no fue hasta 1992 cuando pudo verse realizado. Desde que en
1952 el Deán de la Catedral, D. Paulino Cobo, impulsara el proyecto se tuvo que
esperar mucho tiempo para verlo convertido en una realidad. El entonces Deán
catedralicio comparaba el esplendor que estaba dándose a la Semana Santa con
novedosos y ricos pasos con “la pobreza” que tenía el trono de la Custodia,
contraste aún más llamativo si hablamos de que la procesión del Corpus
granadino es una de las más solemnes y esplendorosas de España. A partir de
esto los granadinos comenzaron a volcarse entregando donativos para hacer un
trono, llegándose a recoger hasta 200 kilos de plata. Pero la realización del
esperado trono se prolongó en demasía, hasta medio siglo.
En 1989 comienza a tallarse el
paso en el estudio de Miguel Moreno, quien había presentado al Cabildo
Catedralicio dos proyectos, “uno mantenía un clasismo sencillo y en el otro
prevalecía una idea valiente, con aspectos novedosos en cuanto a orfebrería se
refiere”, detallaba. El Cabildo aprobó éste último, que era también el favorito
del orfebre quien lo había concebido como un “basamento monumental para la
Eucaristía”. Es de planta cuadrada con las esquinas achaflanadas en forma de
cuevas donde aparecen los cuatro evangelistas. En el frontal aparecen las
figuras de una Inmaculada -inspirada en la famosa de Alonso Cano-, San Pedro y
San Pablo y en los laterales las de los Apóstoles. Todas ellas están realizadas
en chapa de metal latón, presentando un novedoso aspecto en el que se rompen
las formas y volúmenes. Una original y asombrosa obra de arte, donde incluso
aparecen representadas las fachadas de templos como las iglesias romanas de San
Pedro y San Pablo extramuros, y las granadinas de la Catedral, la Virgen de las
Angustias, Santa Ana, Santo Domingo y paisajes de la Alhambra y el Albaycín.
Medallones con símbolos eucarísticos, y los bustos de los Reyes Católicos, San
Cecilio y San Juan de Dios completan el paso, que se ilumina con cuatro
candelabros y embellece con jarras plateadas.
Entre las piezas de arte que
acompañan a la Custodia cada año en la procesión del Corpus destaca también el
palio blanco de preciosa tela con pequeñas campanillas, así como algunas
casullas y capas fluviales de finas sedas y elegantes bordados que visten los
representantes eclesiásticos en la comitiva. Sin lugar a dudas una amplia
representación artística que cada año se pone en las calles de la ciudad y en
la que a veces no se repara lo suficiente.