Está claro que jugándose la
selección española de fútbol el ser o no ser en el Mundial de Brasil 2014, y
celebrándose el trascendental partido contra Chile a las nueve de la noche, las
vísperas de la festividad del Corpus iban a ser distintas en lo referente a
presencia de público en las calles. Y eso que ayer hizo una tarde espléndida en
cuanto a temperatura, algo que se agradeció entre las siete y las nueve de la
noche, que fue cuando más afluencia hubo.
Contrastes en el centro de una
ciudad dividida entre la visita a altares, escaparates y balcones y el paso
rápido de decenas de chavales, ataviados con los colores de la Bandera de
España en sus rostros dirigiéndose hacia las «Setas» de la Encarnación, donde
se había instalado una pantalla gigante para ver el partido de fútbol.
Menos gente en las calles del
recorrido del Corpus. Y eso que la ciudad estaba engalanada de manera
magnífica. Bastaba mirar hacia arriba, desde la Plaza Virgen de los Reyes, para
ver a la Giralda preparada para recibir al nuevo Rey de España, Su Majestad
Felipe VI. O los magníficos altares instalados, como el de la Escuela de la
Natividad de Cristo en la fachada del Círculo Mercantil, presidido por una
imagen de la Virgen de los Reyes. Tampoco le iban a la zaga los que montan cada
año las Siete Palabras en plena Plaza del Salvador o el de la Hermandad del
Amor, en la calle Villegas. Por cierto, que justo enfrente de éste se alzaba
ayer otro altar instalado por la Asociación Cultural Cofrade Nuestro Padre
Jesús del Consuelo -de las que el Arzobispado considera alegales-, un Cautivo
en el momento del Prendimiento que, según los miembros de dicha asociación,
procesiona ya por las calles de Sevilla Este y en un futuro será un paso de misterio.
Imaginamos que con su olivo, como está mandado.
Catedral y concierto
Hubo dos puntos, eso sí, en los
que la gente sí se concentró. El primero de ellos fue la Catedral. Se abrió la
Puerta de San Miguel a las siete y media y un cuarto de hora antes ya había
colas para presenciar los pasos que en la mañana de hoy procesionarán por las
calles hispalenses.
Muchos sevillanos pero también
decenas y decenas de turistas que se afanaban por plasmar con sus móviles y
cámaras cada uno de los pasos, ya exornados. Mientras, en el coro catedralicio
el canónigo José Enrique Ayarra explicaba a las cientos de personas que se
distribuían en las sillas las distintas piezas musicales que iba interpretando
en el órgano. Refulgía, iluminado, el retablo mayor de la Catedral una vez
restaurado delante del cual se situaba la majestuosa Custodia de Arfe.
Y en la Sacristía Mayor a los
tesoros que allí se exponen podían contemplarse las dos casullas que San Juan
Pablo II llevó en sus visitas a Sevilla en 1982 y 1993, así como el ostensorio
que utilizó. Reliquias de un santo tan unido a Sevilla que fueron objeto de
especial atención de los visitantes.
El otro lugar donde la
concentración de público resultó importante fue la Plaza de San Francisco. El
concierto ofrecido por la Banda Sinfónica Municipal de Sevilla suscitó, como
cada año, la presencia de numerosos sevillanos, que llenaron por completo las
sillas dispuestas para la ocasión. La tarde, con esa temperatura
extraordinaria, invitaba a deleitarse con las distintas piezas musicales.
Otro de los contrastes se podía
ver en los balcones, donde se entremezclaban los elementos de esta festividad
litúrgica con Banderas de España, bien para animar a la Selección bien para
adherirse a la proclamación, hoy, del Rey Felipe VI.
Una ciudad que sabe combinar perfectamente
estas circunstancias y que ayer se apresuraba a contemplar altares, balcones y
escaparates antes de que diese comienzo el partido de fútbol, mientras todavía
con luz, la Hermandad Sacramental del Sagrario -que previamente había celebrado
el acto de Exaltación Eucarística-, disponía ministriles y luminarias en la
Avenida de la Constitución y la Virgen de la Hiniesta Gloriosa comenzaba a
buscar las calles del centro para ser ubicada en su altar de la Plaza de San Francisco.
Unas vísperas tranquilas en las que ganó el fútbol pero que sirvieron, a
aquellos que no quisieron perdérselas, para comprobar que los contrastes en
Sevilla son más que aconsejables.
Premios de altares, balcones y
escaparates
El Ayuntamiento otorgó anoche los
premios a los mejores altares, balcones y escaparates. En la modalidad de
altares, el primer premio fue para el instalado por la Escuela de la Natividad
de Cristo en la fachada del Círculo Mercantil, en Sierpes. En el apartado de
escaparates ganó el de Velasco, en la calle Chapineros. La tercera de las modalidades,
la de balcones, fue para Casa Rodríguez,de la calle Francos.