Blas Jesús Muñoz/Marcos Fernán Caballero. El día en que se conmemora la instauración de la Eucaristía como pan y vida de Salvación, la ciudad es un hervidero y la Hermandad de la Sagrada Cena toma las calles de Poniente para hacerlas suyas. Mientras, en el horizonte que dicta la Cuesta de San Cayetano, el Caído se eleva sobre las almas que lo contemplan.
San Agustín se convierte en un punto necesario, como imprescindible será ver a la Hermandad de las Angustias adentrarse por los arcos de la Catedral de Santa María por vez primera. Mientras por el Compás de san Francisco o la propia calle de San Fernando, la Caridad se sublima en su historia de siglos.
El Nazareno adquiere su dimensión total allá por Buen Suceso o San Andrés. Calles de la Córdoba histórica como Arroyo de san rafael o López Diéguez donde, al paso del Cristo de Gracia, el Jueves Santo alcanza cotas de inmensidad e infinito. Que, en San Hipólito, hallan su sentido íntimo en la salida de la Buena Muerte.
El Nazareno.- Iglesia Hospital de Jesús Nazareno
Yerbabuena
San Zoilo
Jesús Nazareno (entrada)
La Cena.- Parroquia del Beato Álvaro de Córdoba
Francisco González Pachón (salida)
Tesoro – Plaza de la Trinidad
Jesús Caído.- Iglesia de San Cayetano
Cuesta de San Cayetano (salida)
San Zoilo
Plaza de Santa Marina
La Caridad.- Parroquia de San Francisco y San Eulogio
Plaza del Potro
María Cristina
Compás de San Francisco (entrada)
El Esparraguero.- Parroquia de Nuestra Señora de Gracia
Plaza de San Lorenzo
Isabel Losa
Plaza del Cristo de Gracia
Las Angustias.- Iglesia Conventual de San Agustín
Plaza de San Agustín (salida)
Conde y Luque - Deanes
Juan Rufo
La Buena Muerte.- Real Colegiata de San Hipólito
Plaza de San Ignacio de Loyola
San Fernando
Deanes