¿Cómo se celebró en nuestra ciudad el Corpus Christi hace ahora un siglo? ¿Sería muy diferente del actual? Seguramente algunos aspectos nos sorprenderían por su similitud, si bien otros nos harían caer en la cuenta de que más que la procesión en sí lo que realmente ha cambiado ha sido la propia ciudad.
El primer aspecto que nos llama la atención es la celebrción de la "Velada del Corpus", organizada delante del Ayuntamiento. Durante la misma, el altar que para la procesión se levantaba en el mismo lugar lucía con toda su iluminación, siendo un punto de encuentro de propios y extraños. Para acompañar, la mayoría de los balcones de las calles aledañas se encontraban igualmente iluminados, resultando de una brillantez poco usual en la época. La mayor parte de los balcones de la carrera se encontraban adornados con colgaduras y flores, amenizando la velada la banda municipal de música.
Esta velada tendrá su réplica el mismo día del Corpus, finalizada la procesión, en la caseta que el Círculo da la Amistad mantiene en el paseo de la Victoria, al que asistirán las señoritas cordobesas luciendo la mantilla española. Círculo de la Amistad que organiza diversos actos paralelos como una "buñolada", cuyos beneficios son entregados en el Comedor de Caridad y Cocina Económica; un total de 18 pesetas.
En la Catedral se celebró misa a las nueve de la mañana, estando el sermón a cargo del canónigo lectoral don Marcial López Criado, quien explicó el significado de la fiesta. Una vez finalizada la misa se organizó una procesión claustral con el Santísimo por las naves catedralicias. Celebración y procesión a la que asistió gran número de fieles, así como la Cofradía del Santísimo y el Prelado Guillamet y Coma, revestido con capa magna.
Como estaba previsto, la procesión con la Custodia de Arfe se organizó a partir de las seis de la tarde, llegando media hora antes las fuerzas que constituirían la escolta (como veremos a continuación), mandadas por el coronel del regimiento de Sagunto don León Sáinz Peray.
El orden del cortejo sería el siguiente:
"una sección a caballo de la guardia municipal, los ancianos acogidos en el Asilo de Madre de Dios y San Rafael, los niños del Hospicio, gran número de fieles invitados, una nutrida comisión de alumnos el Colegio de San Francisco de Sales, de uniforme, la sección de la Adoración Nocturna de Córdoba con bandera, llevada por el presidente de la Sección don Genaro Lacalle, los cofrades de la Hermandad del Santísimo con su estandarte, las cruces de las parroquias, representaciones de las comunidades religiosas del Tribunal eclesiástico compuesto del Provisor don Rafael García Gómez, el Fiscal don Enrique Medina de la Bermeja y el Notario mayor don Luis Clavería Rioboo, la cruz y ciriales de la Catedral, el cuerpo de señores beneficiados y capitulares revestidos con capa blanca, la capilla coral de la Catedral, ocho acólitos con grandes cirios, la Custodia, conducida por don Tiburcio Galán, rector de Santa Marina; don Evaristo Espino, de San José y Espíritu Santo; don Antonio Rodríguez Pina, del Sagrario, y don Ildefondo Garrido, de San Andrés. Unsa sección de la guardia civil con armas caladas daba guardia a la Custodia.
Detrás iba el Iltmo. señor Obispo de la Diócesis revestido de Pontifical y asistido de varios canónigos, beneficiados, familiares y pajes. Estos últimos llevaban la silla de mano de Su Ilustrísima.
A continuación marchaba una numerosísima representación del Ejército, de la que formaban parte los jefes y oficiales francos de servicio de los cuerpos y dependencias que guarnecen esta plaza.
Seguía el Ayuntamiento, bajo mazas, representado por los tenientes de alcalde y concejales [...].
Presidía el Gobernador civil don José Maestre, de uniforme, que llevaba a derecha e izquierda al Gobernador Militar don José Chacón y al Alcalde don Manuel Enríquez, respectivamente.
Cerraban la comitiva una sección de la guardia municipal, fuerza del cuerpo de vigilancia, la banda de música del Municipio y los batidores, banda de trompetas, estandarte y un escuadrón del regimiento de lanceros de Sagunto".
Otro de los aspectos que más nos llama la atención es la orden militar para nuestra plaza, la cual recogía los siguientes artículos:
Primero.- Con motivo de la festivodad del Santísimo Corpus Christi, las fuerzas de esta guarnición vestirán de gala en dicho día, izándose el pabellón nacional en los edificios militares.
Segundo.- Mañana (por el Jueves de Corpus), a las 17'30, saldá de la Santa Iglesia Catedral la proesión del Santísimo Corpus Christi, debiendo el regimiento de lanceros de Sagunto, con toda la fuerza disponible, estandarte, escuadra y banda de trompetas, hallarse con la anticipación indispensable en la plaza de Santa Catalina, con el fin de dar la escolta de honor a S.D.M.; terminada la procesión se retirará la referida fuerza a su cuartel.
Tercero.- Todos los señores jefes y oficiales de los cuerpos y deendencias de la guarnición, francos de servicio, se encontrarán a las 17'30 en la capilla del Cardenal, de la mencionada Basílica para acompañar a tan solemne acto.
Cuarto.- Para la colocación de comisiones se observará el siguiente orden de preferencia que para los actos de Corte determina la Real orden de 3 de Noviembre de 1858 (Muñiz, tomo 3, página 66): Estado Mayor, Ingenieros, Infantería, Caballería, Guardia civil, Estado mayor de plaza, Administración militar y Sanidad militar. En los cuerpos de la misma arma, la preferencia se observará por antigüedad de su creación.
Ya era habitual contar con sillas en algunas partes del recorrido, como fueron las calles San Fernando, Librería y Joaquín Costa.
Nota: En los días de celebración de la festivida del Corpus Christi de 1915, Córdoba se encontraba inmersa en la recogida de fondos para la financiación de un monumento al Gran Capitán por el IV Centenario de su muerte (se llevaban recaudadas 25.006,17 pesetas), así como en la organización de un homenaje a Mateo Inurria por su triunfo en la Exposición Nacional de Bellas Artes (celebrado el sábado 5 de junio en el Hotel Ritz de Madrid).
David Simón Pinto Sáez