Blas Jesús Muñoz. El simple hecho de titular así este enfoque
puede que, a más de uno, le traiga recuerdos no precisamente nostálgicos
de un pasado peor. Y es que, sin Gente de Paz, seguramente, alguien
diría que se vivía mejor. No lo dudo. Incluido quien les escribe.
Para
situarles en antecedentes, aquel artículo de septiembre de 2014
relataba, lo que en opinión de un servidor, no era un paso adecuado para
la Patrona de las Hermandades y de la ciudad que no es poca cosa. Las
imágenes están ahí y ustedes son libres de juzgar. Y, pese a las
"azañas" que más de un superhéroe de la Marvel intentó alcanzar, se ve
que alguien tomó nota y decidió encargar el paso a quienes saben del
asunto.
De hecho, los apuntes debían de ser de
un alumno aplicado que atiende y copia rápido, toda vez que debieron
circular por vías adecuadas porque el "paso" no saldrá en el Regina Mater ("el" y no "la Regina Mater),
sino que la Patrona, a la espera del suyo, procesionará con el
espléndido de la Reina de los Mártires. Y, por si ello fuera poco, se ha
tenido la deferencia o la inteligencia de elegir a uno de los
capataces, en la persona de Francisco Javier Romero Castaño que ha
"tocado" la friolera de 17 martillos, ha pasado como costalero por
Campana y por quien guardo una admiración que nunca he escondido ni
pienso hacerlo.
De los errores se puede
aprender y, el camino iniciado, no es malo. Ya solo faltarían las
disculpas que no espero y que, si alguien las espera de mí, que esté a
otra cosa porque no llegarán, a fin de cuentas el tiempo me ha dado la razón. Escribir lo que uno opina es un deporte de
riesgo, créanme.