Blas Jesús Muñoz. Que las hermandades, o un número
significativo de ellas, son un motor fundamental en la obra social que
se realiza es una realidad, prácticamente, incuestionable en la sociedad
andaluza. Existiendo numerosos ejemplos que corroboran tal afirmación.
En
el caso de Sevilla, no son escasas las cofradías cuya Bolsa de Caridad
es imprescindible para ayudar al sostenimiento (o a parte del mismo) de
numerosas familias que, por motivos de diversa índole, carecen de los
recursos necesarios para valerse por sí mismas.
Bajo
este espíritu, las cofradías del Martes Santo de la capital hispalense
sufragan un proyecto de obra social conjunta en el Barrio de los
Pajaritos. El cual alcanza ya los nueve años de su concesión y se halla
mantenido por las bolsas de caridad de las corporaciones.
Amigos de los Pajaritos
El
proyecto de obra social conjunta consiste pues, en la organización de
un aula matinal y una escuela de verano que permita a familias, cuyos
recursos son escasos, el poder dejar dejar a sus hijos antes de comenzar
su jornada laboral. Hallándose destinado a niños de entre tres a cinco
años, de manera fundamental.
Por su parte,
además de las actividades propias del proyecto educativo, se incluyen
diversas prácticas relacionadas con la psicomotricidad, el desarrollo
cognitivo y la expresión corporal.