Raquel Medina. El Día del Carmen se ha convertido por derecho propio en una jornada en el que la ciudad se rinde a la Madre de Dios por obra y gracia de la tradición sobrevenida y el amor a la Santísima Virgen.
Dos son los epicentros fundamentales de un día en el que los rigores del implacable verano en la ciudad de San Rafael se concilian con la presencia del pueblo cofrade en una cita con la Reina del Carmelo que paulatinamente se ha convertido en ineludible.
En San Cayetano, tras la Función Principal que dará comienzo a las ocho de la tarde, la Archicofradía de Nuestra Señora del Carmen Coronada realizará su esperada salida procesional. Acompañada por la espectacular Sociedad Filarmónica del Carmen de Salteras, la Emperatriz Coronada inundará los corazones de todos los fieles que estarán esperando su dulce mirada a lo largo de un itinerario que discurrirá por Cuesta de San Cayetano, Ollerías, Torre Malmuerta, Jardines de Colón (22:30), Torres Cabrera, Plaza de Capuchinos (22:45), Cuesta del Bailío (23:00), Alfaros, Conde de Priego, Mayor de Santa Marina y Cuesta de San Cayetano (00:45).
En el otro centro neurálgico devocional de cada dieciséis de julio, la Virgen del Carmen de Puerta Nueva, volverá a congregar a sus plantas a un barrio que la considera Madre y vecina y que no la dejará sola a lo largo de un recorrido que la llevará, a partir de las nueve por la Ronda de Andújar, Plaza de la Magdalena, Muñices, Diego Méndez, Encarnación Agustina, Regina, Palma y Alfonso Xll para regresar a su hogar de Puerta Nueva después de recorrer las calles donde viven sus gentes. La Señora caminará a los sones de la magnífica Banda de Música Santa María de la Merced, cada año que transcurre más y más consolidada.
Una jornada especial, que como cada año, dejará multitud de imágenes que engrosarán el rosario de recuerdos de momentos efímeros del universo cofrade de Córdoba.
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