Blas Jesús Muñoz. Tras la tibieza mostrada por el Alcalde de Sevilla, Juan Espadas, a la hora de "restringir" la representación municipal en la procesión de la Virgen de los Reyes, algunos representantes políticos de su partido parecen seguir esta misma línea que, según parecen apuntar los acontecimientos, obedecía más que a una convicción ideológica a un intento por contentar a sus socios o apoyos en los distintos consistorios.
Apoyos con los que el Partido Socialista gobierna no sólo en Sevilla, sino también en Córdoba y cuyo posicionamiento en favor de una separación radical con todo acto o símbolo religioso resulta más que evidente y, de ahí, que las labores de Gobierno de la formación de la rosa se vean marcadas y dictadas al socaire de intentar contentar a unos socios que, aun no sabemos, si se conformarán con gestos más de cara a la galería que contundentes.
Uno de los últimos ejemplos en este sentido se ha producido en Ciudad Real, donde su alcaldesa, Pilar Zamorano, ha anunciado que sólo acudirán en representación oficial a los cuatro actos religiosos más significados de la ciudad castellana. Se trataría, por tanto, de la Romería de Alarcos, la procesión del Santo Entierro del Viernes Santo, la procesión del Corpus y la procesión de Nuestra Señora del Prado.
Reunión con los representantes de las cofradías
Los máximos representantes de las hermandades de Ciudad Real, con el Comisario de la Asociación de Cofradías a la cabeza, se reunían a principios de este mes de agosto con la primera edil de la ciudad sin conseguir que cambie su posición.
“Además a título particular y en el libre uso de su derecho de libertad religiosa, los concejales del equipo de Gobierno que lo deseen asistirán a aquellos actos religiosos que consideren oportuno”, en dichos términos se expresaba el comunicado de prensa emitido por el cabildo municipal.