Una vez pasado el carnaval e inmersos de lleno en esta cuaresma de 2016 son tantas las noticias y eventos que nos abordan que difícilmente podemos seleccionar un tema sin tocar otros de gran calado.
Entre bandas, capataces, costaleros, quinarios, actos públicos, vía crucis, presentación de carteles, hay uno que sobresale todos los años llegadas estas fechas, la meteorología, y es que entre especulaciones y apuestas, cábalas y cabañuelas versan ya muchas conversaciones de nuestro entorno. Desde ahora en adelante las páginas de predicciones meteorológicas echaran humo, y cualquier cofrade que se precie activará avisos en su móvil, de la misma forma que ponemos los sones o acordes de alguna marcha como tono de llamada. Y es que la Cuaresma llegó, y se nos escapa de las manos a paso de muda, los días vuelan y los preparativos van cobrando intensidad. Tantos son los actos, compromisos e informaciones que nos llegan, que no podemos más que seguir nuestra chicota esperando que suene esa marcha que nos hace venirnos arriba. Como arriba se habrán venido los componentes de tres formaciones señeras de nuestra ciudad: Salud, Caído-Fuensanta y agrupación Cristo de Gracia ya que cada una ha tenido su momento de gloria y de reconocimiento, algo que a buen seguro les habrá hecho subir un peldaño más en este difícil y sacrificado mundo de la música cofrade. Enhorabuena a todas ellas, pues esa es la manera de enriquecer y de reivindicarse.
En lo que se refiere a vía crucis que abre oficialmente la cuaresma cofrade cordobesa, destacar la valentía y el arrojo de la Hermandad de Misericordia y de todos aquellos que tuvieron la oportunidad de acompañarlos en su caminar a pesar de las inclemencias del tiempo. Una gran demostración de fe y de intenciones, que no hace más que trasladar un claro mensaje en unos momentos donde cualquier acto y expresión se examina con lupa.
Sobre el mundo del costal decir que es un deleite pasear y ver por las calles a jóvenes y no tan jóvenes con el costal bajo el brazo camino de sus ensayos, acudir a verlos ensayar, compartir alguna cerveza y experiencias entre chicota y chicota y como no, recordar batallitas de años no muy lejanos, es una de las actividades más realizadas por muchos de los que queremos disfrutar cada segundo de este periodo de preparación.
Y como no puede ser de otra manera, también es tiempo de visitar iglesias, de ver nuestras imágenes de forma cercana, de hablarles en silencio, de rezarles como dice el evangelio sin usar muchas palabras, tan sólo esas precisas, no más que aquellas que él nos enseño.
En definitiva hermanos hay que disfrutar de este tiempo preparatorio, pues para los cofrades y para los cristianos, la cuaresma es periodo de preparación, y el culmen llegará cuando disfrutemos de nuestros cultos, triduos y quinarios, cuando acompañemos a nuestras imágenes y titulares y cuando aprendamos a disfrutar y a vivir nuestra afición y nuestra fe desde lo más profundo, desde el enriquecimiento que nos aporta escuchar su palabra, dándole el sentido justo a cada una de nuestras acciones.
Manuel Orozco