Blas J. Muñoz. Si usted le preguntara a un habitante de la Bretaña Francesa los requisitos para que te permitan ser capataz, seguramente, su gesto sería de desconocimiento. Cuando le explicara en que consiste, probablemente, asentiría y consideraría necesario tener conocimientos automovilísticos para guiar un paso.
Sin embargo, para cualquiera que se haya criado viendo cofradías este extremo le resultaría totalmente descabellado. Para sacar un paso hacen falta conocimientos técnicos y sentimentales que, evidentemente, no se aprenden en ninguna autoescuela (aunque a día de hoy sigamos viendo pasos que zigzaguean).
Aunque puedan creer este requisito pueda ser exagerado, según fuentes consultadas por este medio, hasta en dos ocasiones diferentes y en los respectivos ensayos de dos cuadrillas cordobesas, agentes de la Policía Local habrían indicado a los responsables de los mismos que los "conductores de los pasos" (entiéndase, capataces) deberían llevar durante los ensayos el lógico chaleco reflectante, además de estar en posesión del permiso de conducir para poder llevar a cabo su labor.
La justificación de tal extremo se basaría en el hecho de que los responsables de guiar a las cuadrillas deben tener conocimiento de las normas de circulación de cara a no entorpecer el tráfico. Una curiosa condición que desconocemos si se irá haciendo extensible a lo largo de lo que resta de Cuaresma.
