Blas J. Muñoz. El Jueves Santo dejará momentos prácticamente inéditos en la Semana Santa cordobesa y en torno a la Catedral, como será el caso de la Hermandad de la Cena que, además de acudir al primer templo diocesano, transitará una de las calles con más sabor cofrade como lo es la de la Feria. Un contexto catedralicio que contemplará la vuelta al mismo de la Hermandad de Jesús Nazareno, llenado de nostalgia y actualidad el mismo.
El camino de vuelta del cortejo de Jesús Caído y la Virgen del Mayor Dolor en su Soledad dejará el regusto de la Córdoba clásica en cada chicotá, mientras que Conde de Cárdenas o Rodríguez Marín contemplarán un regreso de la Catedral pleno de la Hermandad de la Caridad hacia su templo de San Francisco.
En San Agustín o Yerbabuena, la Hermandad de las Angustias retomará los días más felices de su historia en el entorno angosto que dota de mayor espectacularidad, si cabe, al imponente grupo escultórico que gubiara Juan de Mesa. Mientras que la oportunidad histórica volverá a rodear el entorno de la antigua Basílica de San Vicente para contemplar al Cristo de Gracia por el mismo, así como por Lineros o Ronda de Isasa.
La Buena Muerte abrirá el Viernes Santo en una Madrugá Solemne que encuentra su amplitud en santa María de la Asunción al paso de la Reina de los Mártires.