Blas J. Muñoz. La mañana del Domingo de Resurrección contó con múltiples factores dignos de tener presentes. Además de la inestabilidad meteorológica que propició una vez más que los responsables de una cofradía, en este caso los del Resucitado, tuvieran que solicitar la media hora, un detalle en el palco de autoridades de la carrera oficial llamaba la atención.
Y es que si bien la presencia de la Alcaldesa, Isabel Ambrosio, debería ser considerada como algo natural en cuanto a su carácter institucional, el hecho de que la alterne en función del tipo de acto resulta, cuanto menos, peculiar a ojos del gran público.
Así las cosas, Isabel Ambrosio se concitaba en el citado palco para contemplar el discurrir de la Hermandad de Santa Marina. Por otra parte, también estuvo presente, por ejemplo, el pasado Martes Santo durante los prolegómenos de la salida procesional de la Hermandad de la Piedad de las Palmeras. Mientras que el Viernes Santo, su número tres en Capitulares, David Luque, era el encargado de asumir la representación institucional que acompaña a la Hermandad del Santo Sepulcro.
Participación desigual que, no obstante, parece ser cada vez mayor en los actos cofrades hasta que el tiempo o los dictados electorales marquen otro signo.
