Blas J. Muñoz. Durante los últimos meses o prácticamente un año, les hemos venido informado acerca de las reiteradas faltas de respeto hacia las creencias religiosas de los católicos y, por ende, hacia los cofrades. Desde representaciones mofándose de la Virgen hasta caricaturas grotescas de imágenes, sin olvidar los denigrantes tweets de la revista Mongolia hacia la Madre Teresa de Calcuta, a la que tildaban de "cacahuete miserable".
A todo ello, la Semana Santa de 2016 no podía suponer una excepción y desaprovechar la oportunidad de dar la nota en mitad de un desfile procesional. Los hechos ocurrían en Santiago de Compostela (ciudad a la que algunos intentan quitarle el Santiago para denominarla únicamente Compostela), al paso de la Hermandad de la Cena, donde una mujer (desconocemos si seguía las directrices del grupo Femen), miccionaba en medio del cortejo.
Un agente de la Policía Local, según informa Alerta Digital, "relató que ellos iban delante de la procesión, y cuando fueron a ver qué pasaba, la señora en cuestión ya había acabado de hacer sus necesidades en plena calle y ya no había nada que hacer. El policía indicó que fue identificada, aunque confesó que ya está identificada y es conocida desde hace mucho tiempo".
Un nuevo acto de provocación que viene a agrandar el hastío de los católicos que, curiosamente, siempre suelen ser el objetivo de este tipo de acciones. "Esto ya no tiene nombre, ¿pero quiénes nos desgobiernan? ¿qué hacen ustedes?" -señalaban testigos presenciales de tan deplorable acto.