Blas J. Muñoz. Hay una Córdoba que llama a las puertas de
la historia de su Semana Santa a través de un autor que marcó una época.
La ciudad cabalgaba la carestía y el descubrimiento. Muy distinta y
distante, pero a la vez similar en las formas abundantes, en la
proliferación. Nacieron hermandades, mientras otras fueron tomando la
configuración que las trajo hasta la actualidad.
Mientras Castillo Lastrucci daba forma al Cristo de la
Buena Muerte y a la Reina de los Mártires, Juan Martínez Cerrillo
gubiaba las imágenes del Señor de los Reyes, el de las Penas, Sentencia o
Humildad, entre otros. Y así realizar una contribución es esencial a
una buena parte de las devociones cordobesas.
Era otra Semana Santa, más humilde y más prolífica en el
deseo de construir las bases de su futuro. Un porvenir que, por ejemplo,
alcanzaría medio siglo después cotas de amplia devoción en el Señor de
la Humildad y Paciencia. Una imagen cuyos fieles son legión y que, en
los próximos meses será sometido a un proceso restaurador que llevará a
cabo Antonio Bernal, uno de los grandes conocedores de la obra de
Martínez Cerrillo.
Antes bien, les ofrecemos este reportaje de Óscar Armenta
que nos trae al Señor Humilde de Capuchinos en todo su esplendor, antes
de que tenga lugar dicho proceso. Disfruten.
Fotos Óscar Armenta
Recordatorio Francisco Naranjo autor del cartel del "Viernes de Dolores" de la Hermandad de San Jacinto