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sábado, 9 de abril de 2016

El sentir de una cuadrilla


José Ignacio Dionisio. Muchos son los papeles que se reparten en la salida procesional de una cofradía. Todos diferentes, todos con la misma intención, el representar lo mejor que podamos a la hermandad en la que hacemos estación de penitencia. Todos coinciden en algo, y es en la particular forma de vivir la puesta de largo en las calles.

Sin duda alguna, la tarea más reforzada y que mayor auge experimenta es el mundo del costal. Podemos ver -en mayor medida en Cuaresma- la cantidad de jóvenes que se esmeran cada día por realizar un mejor trabajo debajo de las trabajaderas, y mediante la formación y previo estudio del trabajo, es posible ahondar año tras año en el perfeccionamiento de la técnica. Como decimos, es bonito ver aspirantes en cada igualá, deseosos de portar las imágenes en la que depositan su creciente devoción.

Pero, por si el aumento que comentamos no es suficiente, una de las Hermandades que crece tanto en hermanos costaleros como en novedosas actividades, protagonizó uno de los hechos más notables de esta Semana Santa, aprovechando la tecnología a su alcance y de este modo mostrar a través de las redes sociales, lo que se cuece debajo de un misterio, y más concretamente del misterio de la Sagrada Cena.

Sin duda alguna habrá personas a las que las imágenes que se pueden ver en un vídeo subido a la red Youtube les atraiga por poder comprobar que es lo que siente una cuadrilla de costaleros al realizar una salida de su parroquia. Y es que es tremendamente emocionante y digno de ver, el oscurecimiento con el que se inicia la imagen del interior del paso de la Cena y que, a medida que el racheo de los costaleros enfila la salida al barrio de Poniente, comienza a hacerse la luz mostrando en todo su esplendor la emoción y sacrificio de los que portan sobre sus cuerpos un imponente misterio. En el otro extremo estarán los que consideren ese momento tan íntimo y reservado a unos pocos, que consideran la pérdida del secretismo como algo demasiado moderno y que desvirtúa el placer y verdadero sentido de sentirse costalero en esa individual intimidad.

Sea como sea, estas medidas gráficas que muestran el verdadero esplendor del mundo del costal, ayudan no solo a ganar adeptos y ser ojos de los que por un motivo u otro no pueden tener ese honor, sino que bien estudiados pueden mejorar distintos aspectos en las cuadrillas de las distintas cofradías.












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