Niño, ya me he dado una vuelta por las cruces de mayo en el rato que me he podido escapar de la taberna. En general bien, aunque me llama la atención el destierro de los claveles rojos tradicionales en el exorno de las cruces.
También es cierto, niño, que en esto hay quien se pasa de moderno... Y no te digo yo que no haya que abrirse a las nuevas tendencias, pero los hay que, creyéndose muy originales, dejan su cruz adornada como un bastón de caramelo y otras que parece que lo que montan es una carroza de la cabalgata de reyes magos.
De esta fiesta en la que las cofradías trabajan tanto han desaparecido ya las mujeres vestidas con trajes de gitana... Y a mí eso me da pena, niño. ¡Con lo bonito que es ver bailar sevillanas a guapas gitanas!
Los que sí que no desaparecen ni a tiros son los niñatos que hacen botellón y que se orinan en cualquier esquina de una ciudad patrimonio de la humanidad. ¡Qué descuidada educación le estamos dando a las generaciones "mejor formadas" de nuestro país!
Julio el Tabernero