José Barea. Hoy tengo el placer de traer a este blog un artículo sobre una de las formaciones musicales cuya evolución más me ha sorprendido, y ello en tan sólo unos pocos años. Y es que el nacimiento de la Agrupación Musical de la Santa Vera-Cruz de Castro del Río se sitúa en abril de 2011, tras la desaparición de la Agrupación Musical del Preso. La Hermandad de la Santa-Cruz decide tender la mano al grupo de músicos encabezados por Julio Alberto Díaz Medina, director desde aquel entonces, y acoger a la formación musical. La dirección musical corre a cargo de Nicolás Montes López y Antonio García Montes.
Tras muchos ensayos, muchas caras nuevas y muchísimo esfuerzo por parte de los componentes y la dirección, la magnífica banda se presenta en octubre de ese mismo año a los cofrades de Castro del Río con la nada despreciable cifra de 70 componentes y una uniformidad novedosa. Desde aquel entonces, son muy numerosas las actuaciones de la Agrupación de la Santa Vera-Cruz a lo largo y ancho de la provincia cordobesa.
En 2013 tiene lugar uno de los acontecimientos más relevantes de la corta historia de la formación musical castreña, la presentación de su primer trabajo discográfico, que llevar por título "Desde el Cielo", compuesto en su mayoría por marchas propias de la joven agrupación, hecho que también llama poderosamente la atención. Y es que no es común ni entre bandas con más de diez años que posean un repertorio propio tan numeroso en tan corto espacio de tiempo. En el mencionado disco, pueden encontrarse marchas como Caminando junto a Dios, Humilde Silencio, de Israel Guijarro, de la que hablaremos más adelante, o la marcha que da nombre al trabajo discográfico: Desde el Cielo.
Dos años más tarde, en 2015, se presenta la nueva y actual uniformidad de la Agrupación Musical de la Vera-Cruz, estando realizada en los talleres de Marisa Ortega de la sevillana localidad de Castilleja de la Cuesta. Sin duda una vestimenta de gala que está a la altura de la calidad musical de la banda, y cuyo elemento más destacado quizá sea el pecho donde los colores dorado y rojo se mezclan de forma muy acertada.
En la actualidad la brillante formación cordobesa está compuesta por una cifra cercana a los cien componentes, hecho que les permite defender con suficiencia un amplio y variado repertorio allá por donde pone su música. Recientemente se ha dado a conocer que Juan Manuel Fernández Carranza se incorpora al equipo de dirección musical. En 2016 han tocado en lugares como Vélez-Málaga, Montilla o Córdoba capital, acompañando al Silencio en los pocos minutos que estuvo en la calle el Domingo de Ramos, debido a las inclemencias meteorológicas. Volviendo al repertorio, llama poderosamente la atención la amplia variedad de estilos de los que bebe la maravillosa agrupación castreña. Como no podía ser de otra manera, una cuantiosa cifra de marchas clásicas del género de la agrupación musical vertebran este repertorio, tal es el caso de composiciones como Cristo de los Favores, Pescador de Hombres o Cerca de Tí. A partir de ahí, las marchas de nueva época proceden de muy diversas agrupaciones de renombre. Por ejemplo, Costaleros del Amor de la A.M. Despojado de Jaén, Tras de Tí, mi Cautivo, de la A.M. Santo Tomás de Villanueva, Virgen de la Paz de la A.M. Encarnación de Sevilla, Redención, Pasión y Amargura de la A.M. Pasión de Linares o A la Gloria de la A.M. Virgen de los Reyes. Finalmente, ocho marchas propias ponen la guinda a una fabulosa selección de marchas, que garantiza un notable grado de adaptación a las necesidades de cada Hermandad a la que acompañan. De estas ocho, marchas como Pasión Costalera o Preso de un Sueño son posteriores a la grabación del disco, por lo que queda a las claras que la banda castreña no cesa de incorporar obras propias a su gran repertorio. Sin duda alguna, la composición Humilde Silencio se ha ganado con creces ser la marcha más reconocida y reconocible de la Agrupación de la Santa Vera-Cruz, dedicada al titular de la Cofradía cordobesa del Cerro en la anterior etapa de la banda castreña tras su paso de misterio. Posee una intensidad altísima de comienzo a fin, y un brillante solo a dos voces de trompeta junto a un arranque lleno de casta coronan una marcha espectacular. La marcha que da título a su primer trabajo discográfico, Desde el Cielo, es una obra que desde el primer segundo cautiva a todo aquel que preste su oído, con una palillera muy llamativa y un desarrollo de la marcha plagado de acertadísimos contrastes, rematada por unos solos de trompeta bellísimos vienen a dibujar una gran marcha procesional. Finalmente, quisiera destacar la composición titulada Corazón de María. De corte eminentemente sobrio, presenta una melodía principal dulcísima y, a pesar de la austeridad del desarrollo de la obra, muy rica en voces. Ideal para Cofradías de corte serio.
Córdoba capital ya ha abierto la puerta a las bandas de su provincia en Semana Santa, y a juzgar por el gran nivel que presenta la Agrupación Musical de la Santa Vera-Cruz de Castro del Río, no es de extrañar en absoluto. Es digno de reseñar el hecho de que lugar que pisa la formación castreña, lugar en el quedan encantados. El secreto de este éxito es sencillo: una entrega total a las Cofradías que acompaña de comienzo a fin de su estación de penitencia, manteniendo un gran nivel interpretativo. Sólo ellos saben dónde se situará su techo, de momento han tenido un crecimiento exponencial en un plazo de cinco años motivado por el buen hacer de todos y cada uno de sus componentes y de la dirección de la misma. ¡A seguir creciendo en esa línea!
Tras muchos ensayos, muchas caras nuevas y muchísimo esfuerzo por parte de los componentes y la dirección, la magnífica banda se presenta en octubre de ese mismo año a los cofrades de Castro del Río con la nada despreciable cifra de 70 componentes y una uniformidad novedosa. Desde aquel entonces, son muy numerosas las actuaciones de la Agrupación de la Santa Vera-Cruz a lo largo y ancho de la provincia cordobesa.
En 2013 tiene lugar uno de los acontecimientos más relevantes de la corta historia de la formación musical castreña, la presentación de su primer trabajo discográfico, que llevar por título "Desde el Cielo", compuesto en su mayoría por marchas propias de la joven agrupación, hecho que también llama poderosamente la atención. Y es que no es común ni entre bandas con más de diez años que posean un repertorio propio tan numeroso en tan corto espacio de tiempo. En el mencionado disco, pueden encontrarse marchas como Caminando junto a Dios, Humilde Silencio, de Israel Guijarro, de la que hablaremos más adelante, o la marcha que da nombre al trabajo discográfico: Desde el Cielo.
Dos años más tarde, en 2015, se presenta la nueva y actual uniformidad de la Agrupación Musical de la Vera-Cruz, estando realizada en los talleres de Marisa Ortega de la sevillana localidad de Castilleja de la Cuesta. Sin duda una vestimenta de gala que está a la altura de la calidad musical de la banda, y cuyo elemento más destacado quizá sea el pecho donde los colores dorado y rojo se mezclan de forma muy acertada.
En la actualidad la brillante formación cordobesa está compuesta por una cifra cercana a los cien componentes, hecho que les permite defender con suficiencia un amplio y variado repertorio allá por donde pone su música. Recientemente se ha dado a conocer que Juan Manuel Fernández Carranza se incorpora al equipo de dirección musical. En 2016 han tocado en lugares como Vélez-Málaga, Montilla o Córdoba capital, acompañando al Silencio en los pocos minutos que estuvo en la calle el Domingo de Ramos, debido a las inclemencias meteorológicas. Volviendo al repertorio, llama poderosamente la atención la amplia variedad de estilos de los que bebe la maravillosa agrupación castreña. Como no podía ser de otra manera, una cuantiosa cifra de marchas clásicas del género de la agrupación musical vertebran este repertorio, tal es el caso de composiciones como Cristo de los Favores, Pescador de Hombres o Cerca de Tí. A partir de ahí, las marchas de nueva época proceden de muy diversas agrupaciones de renombre. Por ejemplo, Costaleros del Amor de la A.M. Despojado de Jaén, Tras de Tí, mi Cautivo, de la A.M. Santo Tomás de Villanueva, Virgen de la Paz de la A.M. Encarnación de Sevilla, Redención, Pasión y Amargura de la A.M. Pasión de Linares o A la Gloria de la A.M. Virgen de los Reyes. Finalmente, ocho marchas propias ponen la guinda a una fabulosa selección de marchas, que garantiza un notable grado de adaptación a las necesidades de cada Hermandad a la que acompañan. De estas ocho, marchas como Pasión Costalera o Preso de un Sueño son posteriores a la grabación del disco, por lo que queda a las claras que la banda castreña no cesa de incorporar obras propias a su gran repertorio. Sin duda alguna, la composición Humilde Silencio se ha ganado con creces ser la marcha más reconocida y reconocible de la Agrupación de la Santa Vera-Cruz, dedicada al titular de la Cofradía cordobesa del Cerro en la anterior etapa de la banda castreña tras su paso de misterio. Posee una intensidad altísima de comienzo a fin, y un brillante solo a dos voces de trompeta junto a un arranque lleno de casta coronan una marcha espectacular. La marcha que da título a su primer trabajo discográfico, Desde el Cielo, es una obra que desde el primer segundo cautiva a todo aquel que preste su oído, con una palillera muy llamativa y un desarrollo de la marcha plagado de acertadísimos contrastes, rematada por unos solos de trompeta bellísimos vienen a dibujar una gran marcha procesional. Finalmente, quisiera destacar la composición titulada Corazón de María. De corte eminentemente sobrio, presenta una melodía principal dulcísima y, a pesar de la austeridad del desarrollo de la obra, muy rica en voces. Ideal para Cofradías de corte serio.
Córdoba capital ya ha abierto la puerta a las bandas de su provincia en Semana Santa, y a juzgar por el gran nivel que presenta la Agrupación Musical de la Santa Vera-Cruz de Castro del Río, no es de extrañar en absoluto. Es digno de reseñar el hecho de que lugar que pisa la formación castreña, lugar en el quedan encantados. El secreto de este éxito es sencillo: una entrega total a las Cofradías que acompaña de comienzo a fin de su estación de penitencia, manteniendo un gran nivel interpretativo. Sólo ellos saben dónde se situará su techo, de momento han tenido un crecimiento exponencial en un plazo de cinco años motivado por el buen hacer de todos y cada uno de sus componentes y de la dirección de la misma. ¡A seguir creciendo en esa línea!
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