Juan Pérez. La Semana Santa tiene historias que nunca se olvidan. Algunas son leyendas y otras tan reales que, al que no es devoto o ni siquiera creyente pueden llegar a asustarle. Lo que le ocurrió a Sergio Neira solo lo explica la Fe y su historia está unida y es la misma que la del Grupo de Fieles de la Salvación de Triana. Hace tiempo que la sé y con recordarla me emociono, pero prefiero que la lean y, si alguno no la conoce que se deje llevar y se emocione. Ésta es:
"Resultó un día fatídico. Al salir de su trabajo de madrugada el coche en el que viajaba con otros compañeros colisionó con un vehículo atravesado en la autopista. Sergio Neira Cisneros fue el más afectado en el accidente, resultó con rotura de todo un lateral de la cara, el pómulo en tres pedazos y también le afectó a la órbita del ojo izquierdo. La gravedad de las heridas aconsejaron el traslado desde el hospital Juan Ramón Jiménez al Virgen del Rocío en Sevilla para su ingreso y posterior operación maxilofacial. Pero al final hay una complicación por una infección, el joven Sergio Neira coge la meningitis y entra en coma. Ingresado en la unidad de cuidados intensivos, se debate entre la vida y la muerte. Al final no había muchas esperanza, pocos esperaban que saliera del coma, los más cercanos se afanaba a la devoción más íntima y segura de las imágenes de cofradías a las que pertenece, la del Nazareno y del Calvario, entre otras. Los suyos cuentan que despertó un día del coma y tenía entre sus manos las imágenes de los cristos de su devoción, imágenes que había tenido en su mano desde el momento del accidente, sin lograr nadie quitársela de las manos. Todos habían pedido por el joven, puesto que la esperanza era nula.
Sergio Neira relata este episodio de su vida y está agradecido por la ayuda divina para encontrar su recuperación, prácticamente no se le nota secuela y lo que le ha quedado es el agradecimiento. Por ello quiso dedicar la indemnización que recibió del accidente a realizar una imagen de un nazareno, que lleva el nombre de Cristo de la Salvación, porque él se siente salvado por Jesús el Nazareno en esa advocación. Y relatando todo ello, deja clara sus intenciones con respecto a que interés persigue con la imagen, y no es más que rendirle culto público, y ayudar a los demás a tener la “Salvación” en forma de ayudas, dando todo lo que sea necesario por ayudar a los mas necesitados, enfermos, etc, dejando claro el motivo real de la hechura de la imagen y dándole gracias a Dios en el día a día, ya que por algo ocurrió el Milagro.
Sergio Neira relata este episodio de su vida y está agradecido por la ayuda divina para encontrar su recuperación, prácticamente no se le nota secuela y lo que le ha quedado es el agradecimiento. Por ello quiso dedicar la indemnización que recibió del accidente a realizar una imagen de un nazareno, que lleva el nombre de Cristo de la Salvación, porque él se siente salvado por Jesús el Nazareno en esa advocación. Y relatando todo ello, deja clara sus intenciones con respecto a que interés persigue con la imagen, y no es más que rendirle culto público, y ayudar a los demás a tener la “Salvación” en forma de ayudas, dando todo lo que sea necesario por ayudar a los mas necesitados, enfermos, etc, dejando claro el motivo real de la hechura de la imagen y dándole gracias a Dios en el día a día, ya que por algo ocurrió el Milagro.
Fue en la Cuaresma de 2009 cuando Jesús de la Salvación fue presentado a Sevilla. Eran vísperas del Besamano de Nuestra Señora del Valle y la Hermandad aún así, nos brindo la ocasión de exponer por 1º vez la imagen, siendo un gesto que jamás se olvidará, ya que quedará por siempre en el recuerdo de las personas allegadas a dicho Nazareno, naciendo así en Sevilla".