José Rodríguez. Antonio Negrón Roldán logró forjar con sus palabras una espléndida corona de versos para Nuestra Señora de la Soledad en la Exaltación de la Coronación Canónica, que tuvo lugar en la emblemática plaza de Santiago de Castilleja de la Cuesta, completamente llena para la ocasión.
El acto, que estuvo presidido en todo momento por el Simpecado de Nuestra Señora, contó con la presencia del párroco y director espiritual de la Hermandad, Florentino Córcoles Calero, y la alcaldesa-presidenta del Ayuntamiento de la localidad, Carmen Herrera Coronil, comenzando con los sones de la Banda de Música 'Santa Ana' de Dos Hermanas, que interpretó 'Soledad coronada', de Juan Velázquez Sánchez.
A continuación, Enrique Díaz Oliver presentó el acto destacando la enorme importancia histórica de la plaza santiaguista, y con ella la de la propia imagen de Nuestra Señora de la Soledad.
'La Virgen de Santiago', de Francisco Javier Parra, fue la marcha interpretada magistralmente después por la Banda de Música 'Santa Ana', tras lo que Francisco Javier Tovar Florencio fue el encargado de presentar al pregonero con bellas palabras de cariño y amistad.
Los sones de 'Luz en la Soledad', de Óscar Navarro González, fueron la antesala de la esperada intervención del pregonero, que se dirigió al atril en medio de una gran expectación. Las primeras palabras de Antonio Negrón estuvieron dedicadas al Santísimo Cristo de los Remedios, despertando los primeros aplausos al concluir esta primera parte diciendo: "quiero que escuches mi oración y plasmes tu verdad en mis versos, para decirle a Castilleja, a Sevilla, a España y al mundo entero que mi Virgen de la Soledad es Reina de la Tierra y el cielo".
A continuación, el pregonero expresó a la Virgen su deseo de "coronarte con mi pregón", indicando que "me gustaría, Soledad, que me permitas vestir tu sien con un diseño propio, basado en aquel que hizo Juan Oliver, pero confeccionado con mis versos que abarcan el sentimiento de este pueblo hacia Ti".
Fue así como, conjugando verso y prosa, Antonio Negrón fue realizando su particular corona deteniéndose en cada una de sus diez estrellas, a las que quiso nombrar utilizando una decena de elementos y grupos que conforman la Hermandad. Partiendo de la Fe y acabando con los propios hermanos, conformaban también esta ráfaga de estrellas Los Campanilleros, Las Cantoras, la Banda, Santiago Apóstol, el Apostolado de la Oración, el Grupo Joven, la Obra Social y los costaleros de la Hermandad.
Durante su intervención, el pregonero tuvo palabras de reconocimiento para los directores espirituales de la Corporación en las últimas décadas, desde la Coronación Litúrgica de 1944 hasta la actualidad, para terminar con una espléndida estrofa final que arrancó un largo y sonoro aplauso de los asistentes, con toda la plaza de Santiago puesta en pie:
Por eso, Madre de la Soledad
te digo por los que no asistieran
y soñaron el día de tu coronación
como Castilleja hoy lo sueña,
que serás coronada de fervor
por ser nuestra eterna Reina.
Ya en el tramo final del acto, el hermano mayor, José Francisco Verdón Tovar, hizo llegar al pregonero su felicitación y la de toda la hermandad, entregándole un obsequio a modo de recuerdo, al igual que al presentador del acto y al presentador del pregonero.
Con la interpretación de los himnos de Andalucía y España se ponía el punto y final a la Exaltación de la Coronación Canónica, una cita en la que el pregonero supo poner voz magistralmente a los sentimientos de todos los devotos de Nuestra Señora de la Soledad ante la inminencia del esperado 18 de junio.